Doble es la tarea que tiene ahora la ministra de Economía, Nadia Calviño. El Gobierno debe llevar a Bruselas toda la información sobre las cuentas del año que viene para que la Comisión Europea pueda realizar su dictamen final sobre ellas. Pero además, debe buscar los apoyos necesarios para que salgan adelante en el Congreso de los Diputados. Y de momento, los independentistas catalanes se niegan a discutir sobre las cuentas ante las peticiones de penas de cárcel de la fiscalía a los líderes del procés. Calviño, sin embargo, ha deslizado ya cuál es la alternativa. “Nuestro sistema prevé la prórroga presupuestaria y podemos hacer los ajustes necesarios”, ha sostenido la ministra. La fórmula para cumplir con Bruselas pasaría por mantener los Presupuestos de Mariano Rajoy y, en paralelo, sacar en el Congreso los proyectos de ley para crear impuestos específicos, como la tasa digital o la que grava las transacciones financieras.

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Antes de participar en el Eurogrupo, la ministra se ha reunido este lunes con el comisario de Asuntos Económicos y Monetarios de la Comisión Europea, Pierre Moscovici, quien ha afirmado que España está en la tarea de presentarle unos Presupuestos “creíbles” y con los ajustes estructurales necesarios para pasar el examen de Bruselas. Sin embargo, para sacarlos adelante en el Parlamento a Calviño le faltan los votos de los independentistas catalanes, que el viernes cerraron la puerta a dar sus votos al Gobierno.

La ministra no ha desistido en el empeño de hallar los apoyos necesarios. “Está claro que ese [los Presupuestos] es nuestro plan a y confío en que todos los partidos políticos se den cuenta de qué es lo que España necesita y los apoye”, ha asegurado la ministra, quien ha criticado a los independentistas por pedir contrapartidas que no están al alcance del Ejecutivo de Pedro Sánchez. “Me sorprende que haya partidos que ni siquiera estén dispuestos a discutir sobre esa base para tratar ese necesario consenso. Me parece que mezclar la negociación presupuestaria con otras cuestiones no es deseable, particularmente si esas otras cuestiones están en otro ámbito tan separado del que puede influir el Gobierno como el judicial”, ha sostenido.

Aprobación de leyes fiscales

Sin embargo, Calviño no da por agotada la legislatura si sus cuentas no salen adelante. No es la primera vez, ha recordado, que un Gobierno recurre a la prórroga presupuestaria. De hecho, ya lo hicieron otros Ejecutivos de Mariano Rajoy. Y a partir de ese decreto, tratarían de hacerse ajustes para poder sacar adelante las medidas acordadas con Podemos. La ministra ha recordado que, de momento, el Consejo de Ministros ya ha dado luz verde a tres anteproyectos de ley en materia fiscal. Dos de ellos crean nuevos impuestos —la tasa digital y la que grava las transacciones financieras— y otra va dirigida a luchar contra el fraude. “Serán enviados a las Cortes en las próximas semanas”, ha anunciado.

Según Calviño, en la reunión con Moscovici han abordado la situación presupuestaria de España, pero ha dicho no apreciar “preocupación” en Bruselas sobre los números que lleve España. La Comisión pide al Gobierno de Sánchez un esfuerzo estructural —es decir, una reducción de déficit sin tener en cuenta el factor del crecimiento económico— equivalente al 0,65% del Producto Interior Bruto (PIB). Sin embargo, al salir del brazo correctivo (como se prevé que ocurra tras reducir su déficit desde el 3% del PIB) y entrar en el preventivo, se le da un cierto margen de flexibilidad los dos primeros años. España se acoge a ella y ha presentado medidas para reducir el déficit estructural en un 0,4% del PIB.

La Comisión, aun así, pidió más explicaciones a España por carta al considerar que la información que le daba podía no ser la que finalmente acabara plasmada en las cuentas y, sobre todo, porque quería conocer el impacto presupuestario de “varias medidas”, en referencia a la subida del 20% del salario mínimo interprofesional o de las pensiones. Calviño ha afirmado que la cooperación técnica y política entre la Comisión y el Gobierno siguen. La última palabra, aun así, la dará el Ejecutivo comunitario a finales de este mes.

Fuente: El País