En plena guerra con el sector del taxi y a la espera del decreto ley que previsiblemente aprobará el Gobierno el próximo 28 de septiembre para poner fin a la batalla que enfrenta al sector del taxi con el de las VTC, Cabify, la compañía de alquiler de vehículos con conductor, ha decidido cambiar su política de tarificación. Según ha comunicado a sus clientes a través de su app, ha actualizado su sistema de cálculo de tarifas en las ciudades de Madrid y Barcelona, “tal y como ya hicimos en el resto de ciudades”.

Con el nuevo sistema, sus precios se ajustarán no solo en función de la distancia, como hasta ahora, sino en base al tiempo estimado de los viajes. Es decir, dependerán de las condiciones del tráfico en el momento en que el cliente solicite el servicio. Cabify aclara que sus precios seguirán siendo como siempre cerrados, salvo cambios en ruta o paradas intermedias, y se podrá conocer por anticipado como ocurre en la actualidad.

La compañía, que ya subió sus precios a finales de 2017 al incluir un sobrecoste “en momento de alta demanda” y elevar el coste para trayectos más cortos, justifica su decisión con el argumento de que con el nuevo cambio “se valora aún más el tiempo de los conductores y se aprovecha la disponibilidad de los vehículos de manera más eficiente, reduciendo así los tiempos de espera al solicitar un viaje”.

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Cabify, que se iguala con este movimiento más a Uber y al taxi, ha fijado en Madrid un precio por kilómetro para el coche Lite de 1,11 euros (para usuarios privados y corporativos) y un precio por minuto de 0,22 euros. Para Barcelona, el kilómetro sube a 1,26 (para usuarios privados) y 1,40 (para los corporativos) y el precio por minuto varía de 0,19 y 0,16 euros, respectivamente. Aunque ahora va a contar más la densidad de tráfico que haya en las ciudades (y en Madrid y Barcelona son frecuentes los atascos), fuentes de Cabify aseguran que el uso del servicio no tiene por qué encarecerse, pues la compañía también ha rebajado el precio por kilómetro (establecido hasta ahora por tramos que desaparecen). La empresa afirma que ha querido ser muy transparente y que su objetivo con esta nueva política es que se beneficien tanto al conductor como a sus clientes.

Con los cambios, Cabify también ha establecido unas tarifas mínimas de petición inmediata y de reserva, según diferentes zonas de Madrid y Barcelona, que pueden consultarse en su web, y ha establecido un tiempo mínimo de reserva de seis horas. 

Fuente: Cinco Días