La Comisión Europea planea imponer este miércoles una sanción millonaria a Google por presuntas prácticas anticompetitivas en el mercado de sistemas operativos para móviles. El castigo podría elevarse a 4.000 millones de euros, según el diario belga Le Soir. Sería la mayor sanción impuesta por Bruselas. La multa por Android, se añadiría a los 2.400 millones de multa que la comisaria europea de Competencia, Margrethe Vestager, impuso al gigante estadounidense en junio de 2017 por abusar de su dominio en el mercado de búsquedas por internet.

A falta de que se anuncie oficialmente, desde hace meses se conocía por fuentes comunitarias que la segunda sacudida a la compañía iba a ser mayor a la anterior y con más repercusiones para el modelo de negocio de la poderosa multinacional. En varios países de la UE, el 90% de los smartphones funcionan con el sistema operativo Android de Google. Y Vestager parece disponer de pruebas suficientes para dictaminar que la compañía ha abusado de ese dominio del mercado y lo ha aprovechado para imponer condiciones leoninas a los fabricantes de teléfonos y en detrimento de la oferta que llega a los consumidores europeos.

Según publicó hace unos días CincoDías en su versión de papel, la Comisión Europea había decidido posponer la multa, prevista para la semana pasada, por no hacerla coincidir con la visita del presidente estadounidense, Donald Trump, a Bruselas para acudir a la cumbre de líderes de la OTAN.

La industria también estará pendiente mañana de conocer si Bruselas impone a la compañía  medidas, más allá de la multa, para evitar el abuso de dominio con Android y que pudiera impactar de manera importante en el negocio móvil del gigante de internet.

La investigación de la Comisión contra Google se inició en abril de 2015 y un año después se concretó en un pliego de cargos en el que Vestager enumeró sus sospechas. La comisaria acusó a Google de obligar a preinstalar su buscador y su navegador (Chrome) a los fabricantes de móvil que desean utilizar Android. La compañía, según la CE, también exige que los fabricantes se comprometan a no modificar el sistema operativo (que es abierto) si quieren utilizar las aplicaciones desarrolladas por Google. Bruselas, por último, acusa a la firma de conceder incentivos financieros a los fabricantes de teléfonos y de tabletas, así como a los operadores de telefonía, para que se comprometan a utilizar exclusivamente sus productos.

Vestager anunció el pasado mes de marzo que la investigación “avanza” y parece a punto de rematarla. El diario Financial Times apunta este miércoles que el expediente se cerrará en cuestión de semanas y se saldará con una cuantiosa multa, todavía por determinar. Bruselas puede imponer sanciones de hasta el 10% de la facturación anual de una compañía, lo que en el caso de Google podría llevar a una multa de hasta 9.000 millones de euros. La CE, sin embargo, nunca ha apurado su margen sancionador, por lo que cabe esperar una multa millonaria pero no de tal envergadura.

Fuente: Cinco Días