El conflicto en Madrid entre los repartidores de prensa autónomos de la empresa Boyacá y la compañía se prolonga sin previsión de terminar. Hace ocho días los 240 ruteros decidieron hacer paros no autorizados e indefinidos para exigir la renegociación de sus contratos, que caducan el 30 de agosto. Boyacá ha afirmado este jueves en un comunicado que el sector “está perdiendo 270.000 euros diarios con cada jornada de conflicto”. Además, ha denunciado daños materiales en producto, vehículos e instalaciones “por la violencia de las coacciones y amenazas de los repartidores”. Otros conductores que intentan distribuir las publicaciones también han denunciado coacciones y amenazas por parte de los ruteros de Boyacá, aunque estos lo niegan.

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Otro de los sectores afectados por los paros son los 1.342 puntos de venta de la Comunidad de Madrid, especialmente los quioscos, que viven principalmente de la prensa. “Estamos perdiendo el 70% de las ventas diarias, hasta 250 euros cada jornada”, según la Comisión Nacional de Vendedores de Prensa, que se queja de encontrarse en medio de un conflicto que les está arruinando.

Sin embargo, Boyacá ha explicado en un comunicado que están logrando abastecer a la mitad de sus puntos de venta. “Pese a las dificultades de estos días, donde incluso ha sido requerida y necesaria la intervención policial, se está logrando abastecer casi el 50% de los puntos de reparto”, aclaró. Además, aseguraron que han solicitado a la Delegación del Gobierno permiso para contratar seguridad privada “que acompañen y protejan las rutas de distribución” para evitar las pérdidas y el “boicot” de los repartidores.

Los ruteros condenaron este anuncio y lo tacharon de “deslealtad absoluta”. “¿Cómo pueden plantear gastar tanto dinero en seguridad cuando dicen que no es posible mantener nuestros empleos?”, se quejó Francisco Asensio, portavoz de la asamblea permanente de los ruteros. Boyacá ofrecía el despido del 50% de los repartidores y la reducción del 50% del sueldo, según los repartidores. En la actualidad tienen una retribución de 4.500 euros mensuales por 15 días de servicio nocturno en rutas de Madrid, pero explican que con los gastos “se queda en menos de la mitad”.

Asensio explicó que no ha habido ningún tipo de comunicación entre las dos partes. “Estamos a la espera de que nos dejen pasar a trabajar o que se sienten a negociar con nosotros”, declaró. Boyacá envió una carta a los distribuidores en la que se les advierte de que “han incumplido su contrato”. “Los repartidores autónomos no mantienen relación laboral con la empresa, sino mercantil”, recalcó la compañía, y aseguró que los paros son “una acción ilegal y una forma de extorsión”.

Fuente: El País