Zara entra en la alta perfumería. Y lo hace con el lanzamiento de una colaboración global de fragancias con la perfumista Jo Malone CBE (cuyas siglas, en inglés, significan Comendador de la Orden del Imperio Británico, nombramiento que recibió en 2018), fundadora de Jo Loves, y autora de algunas de las fragancias más reconocidas del mundo. Para la firma de moda emblema del grupo Inditex, Jo Malone es “ampliamente reconocida por su capacidad para contar historias a través de las esencias. En esta ocasión, ha trabajado con el equipo de Zara, inspirándose en las colecciones de la compañía para crear estas fragancias especiales”.

Después de un año de trabajo, la colección Zara Emotions by Jo Malone CBE consta de ocho perfumes que cuentan otras tantas historias. Todas las fragancias son unisex y se presentan como eau de parfum, en distintos tamaños: desde el probador de 4 ml., que también se ofrece en un estuche con ocho viales con todos los aromas, hasta el frasco de 90 ml. Los precios van de los 15,95 a los 25,95 euros.

Jo Malone fundó en 1994 Jo Malone London, empresa que vendió en 1999 al grupo estadounidense Estée Lauder, y en cuya marca siguió trabajando hasta 2006, para posteriormente crear otra firma de perfumes, Jo Loves. Ahora, de la mano de Zara, perfumará medio mundo, ya que la firma de Amancio Ortega está presente en 96 mercados a través de 2.251 tiendas físicas, y en un total de 202 entre la venta presencial y el canal online. “Nuestra primera colección se sumerge en la herencia de ambas marcas. Utilizamos los ingredientes que siempre he amado [lavanda, sándalo, pomelo, mandarina…]. Cada fragancia tiene personalidad y voz propias para contar su historia de una forma única. Esta primera colección está llena de imaginación y arte”, asegura la perfumista. 

Cabe recordar que esta no es la primera incursión que Inditex realiza en la alta perfumería. Hace tres años Zara Home lanzó The Perfume Collection: seis fragancias firmadas por otros dos reputados perfumistas, el sevillano Alberto Morillas, y el francés Jérôme Épinette.

Fuente: El País