Los escándalos de filtración de datos —que se suceden cada vez con más frecuencia— hacen que los usuarios se indignen por el uso que las empresas dan a su información personal y el cuidado con el que la guardan. El primer ejemplo que nos viene a la cabeza es el de Cambridge Analytica, que accedió a los datos de millones de usuarios a través de Facebook y los utilizó en favor de Donald Trump durante su campaña presidencial. El hecho de que las compañías que se quedan con tu información hacen negocio con ella es vox pópuli. Pero ya han surgido algunas plataformas que te permiten adelantarte y ser tú quien decide qué vendes, a quién y por qué precio.

Lo ideal sería poder navegar tranquilamente sin que tu información se viese comprometida. La regulación lo está intentando pero lo cierto es que si utilizas Google Maps, Google sabe donde estás en todo momento. Esto es inevitable. Y cuando aceptas los Términos y Condiciones de Uso, estás cediéndole poder sobre tus datos. Aquí tienes dos opciones: o pasas por el aro o te desinstalas casi todas las aplicaciones útiles que tiene tu teléfono.

Así que, partiendo de esta base, puestos a aceptar que alguien anda por ahí haciendo negocio con tu información, has de saber que tú también puedes sacar partido y recuperar el poder sobre tus datos. Una de las formas de conseguirlo es vendiéndola directamente a las empresas interesadas, normalmente suelen ser firmas de marketing que la utilizan para microsegmentar la publicidad, pero también la pueden utilizar para adaptar la propaganda política.

Si estás dispuesto a ello, puedes venderles tu información sin intermediarios gracias a la tecnología blockchain. Entre las plataformas que hacen esto posible está Solid, creada por Tim Berners-Lee, fundador de la World Wide Web (WWW), que permite a los usuarios controlar qué servicios acceden a sus datos. Según explica Gregory Barber en Wired, solo hace falta registrarse para que los compradores se pongan en contacto con el usuario. «Te ofrecen criptomonedas a cambio de información como tus transacciones bancarias, tu historial médico o las fluctuaciones de tu termostato inteligente. tú decides si el trato lo vale», explica Barber. La cadena de bloques se convierte entonces en el lugar ideal para vender tus datos de forma segura y privada a la vez que mantienes un registro minucioso de cada acuerdo. Se está extendiendo el mensaje de que los usuarios deben poseer su datos y sacar un reporte de su valor.

  • «No podía seguir trabajando en Facebook sabiendo lo que hacían»

El caso de Cambridge Analytica puso de manifiesto cómo el uso de la información en las redes puede utilizarse para influir en cuestiones críticas de la sociedad. De hecho, la forma de funcionar de Facebook ya ha hecho que algunos de sus responsables abandonen la compañía. Fue lo que sucedió con Sandy Parakilas, exjefe de operaciones de la red social. Su trabajo era supervisar la privacidad de los datos de los usuarios de Facebook y garantizar que ningún software de terceros se quedara con información personal.

Parakilas se dio cuenta de que los desarrolladores externos a la compañía podían acceder con relativa facilidad a los perfiles de los usuarios. Expuso el problema a sus superiores y, al ver que no le hacían ni caso, presentó su dimisión. Lo que más violenta a Parakilas no es que agentes externos a Facebook puedan saber más sobre los gustos de consumo de los usuarios de red social, sino que puedan usar la información que tienen sobre ti “para enviarte anuncios y tratar de que hagas algo que quizás no quisieras hacer. Quizás puedan convencerte de que no votes”, alerta.

Fuente: El País