Unicaja Banco ha obtenido un beneficio neto de 142 millones de euros en los nueve primeros meses de 2018. Una cifra que supone un 18,4% más respecto al mismo periodo del año anterior y que se basa, según han informado desde la entidad financiera, en la reducción de un 2,5% de los gastos de explotación y de un 63% de las necesidades de saneamientos, a los que la entidad ha destinado 77 millones de euros.

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Otro de los pilares de los resultados hasta septiembre es el crecimiento del margen de intereses un 4,6%, hasta alcanzar los 452 millones de euros. Unicaja explica este hecho con tres argumentos: el impulso de la nueva producción crediticia, la aportación de la cartera de renta fija y la disminución de los costes de financiación. Además, en estos tres trimestres de 2018 las comisiones han crecido un 2,6% a perímetro constante.

El banco ha informado este lunes también de que en septiembre culminó la fusión por absorción de EspañaDuero. «Un hito», asegura la entidad, en una hoja de ruta que le permitirá continuar avanzando en el desarrollo de su plan de negocio «basado en el modelo de banca de proximidad».

Unicaja Banco ha conseguido igualmente mejorar sus niveles de solvencia en lo que va de año, así como ha logrado un crecimiento en la actividad comercial. En ese sentido, destaca el incremento de un 23,8% de las nuevas operaciones de financiación crediticia a pequeñas y medianas empresas y particulares. También se mantiene el crecimiento del volumen de recursos de clientes gestionados, así como unos «holgados» niveles de liquidez y un elevado grado de autonomía financiera. Los activos líquidos disponibles suponen una cuarta parte del balance total.

Según los datos de la entidad, los niveles de cobertura permanecen también como unos de los más altos de todo el sector. La cobertura de los activos no productivos se situó en un 59% al cierre de septiembre de 2018, situándose la de los riesgos dudosos en el 55% y la de los inmuebles adjudicados en el 64,3%.

Por su parte, los activos no productivos han disminuido en lo que va de 2018, cayendo un 21,3% en términos interanuales. Así, el saldo de los activos dudosos disminuyó un 21,6% hasta los 2.221 millones de euros y el de inmuebles adjudicados un 21% hasta los 1.668 millones de euros. Su evolución también ha sido positiva en lo que va de año, reduciéndose los activos dudosos en 489 millones de euros, lo que ha supuesto una caída de la tasa de morosidad de 1,2 puntos porcentuales hasta el 7,5%.

Fuente: El País