El cobro de pensiones de personas fallecidas es ya un clásico de la picaresca en España. Pero los métodos usados para este tipo de fraude sí van evolucionando. Por ejemplo, el uso de una actriz para que se haga pasar en el banco por la pensionista fallecida para tener acceso al dinero. Es uno de los métodos detectados por la Policía Nacional, que el año pasado destapó 55 casos de fraude en 21 provincias con un monto total defraudado de 6,3 millones de euros.

Según ha informado este miércoles la Policía Nacional, las investigaciones, llevadas a cabo con la colaboración de la Secretaría de Estado de Seguridad Social, se han saldado con la detención de once personas del total de 36 que fueron identificadas como autores de los fraudes. Estos habían cometido un total de 55 delitos contra la Seguridad Social, estafa, falsedad documental y apropiación indebida. Con esos delitos, lograron hacerse fraudulentamente con 6.357.510,68 euros, de los que se han podido recuperar 3,9 millones.

Las operaciones se llevaron a cabo en 21 provincias de España y los agentes han analizado 12.586 abonos de pensiones indebidos en 75 cuentas bancarias, entre ellos 23 casos en los que el fraude superaba los 100.000 euros, 40 casos con más de 10 años de cobro fraudulento, 22 casos de personas fallecidas antes del año 2000 o 11 casos de personas fallecidas en el extranjero. Los implicados en los cobros fraudulentos eran o son familiares de los fallecidos (hermanos, hijos, parejas o exparejas…), pero de los 36 identificados no todos han podido ser detenidos por haber fallecido, estar enfermos o residir en el extranjero.

Cuenta la policía que, entre los casos más relevantes, está el de una mujer que recurrió a una actriz para que se hiciera pasar por su madre, fallecida cuatro años antes, para conseguir acceso a la cuenta bancaria donde se ingresaba la pensión. Una vez tuvo acceso a la cuenta, después de que la actriz falsificase la firma de la madre, la hija “se benefició de más de 200 disposiciones en efectivo”, defraudando a la seguridad social más de 74.000 euros, abonados de forma indebida durante más de 20 años.

Otro caso fue el de un empleado de banca que se aprovechó de su puesto para realizar hasta 62 reintegros de la cuenta de una mujer fallecida. Falsificó los documentos necesarios y la cartilla de la fallecida y cometía sus fraudes aprovechando las visitas de mujeres de avanzada edad. Las invitaba a sentarse y simulaba atenderlas, logrando que sus compañeros le entregasen el dinero de la caja creyendo que la mujer sentada era la titular de la cuenta que él estaba vaciando. El arresto del trabajador se produjo mientras extraía dinero en un cajero automático de la propia entidad a la que había robado previamente.

Fuente: El País