La revista Fortune tiene nuevo dueño. El empresario tailandés Chatchaval Jiaravanon ha ofrecido 150 millones de dólares (132 millones de euros) en efectivo al grupo de medios Meredith por una de las cabeceras más icónicas en el mundo de los negocios. El cambio de manos se anuncia cuando no han pasado aún dos meses desde la venta de la revista Time a Marc Benioff, una de las figuras más relevantes en Silicon Valley, y su mujer Lynne.

El magnate asiático compra Fortune como una inversión personal. Es lo que hizo también Jeff Bezos cuando adquirió el grupo editor del rotativo The Washington Post. El fundador de Amazon marcó así hace cinco años el inicio de una tendencia a la que se sumaron Patrick Soon-Shiong con Los Angeles Times y Lauren Powell, la viuda de Steve Jobs, al hacerse con una participación mayoritaria en The Atlantic.

Meredith se hizo en enero con el grupo que editaba las revistas Time y Fortune. También está buscando comprador para Money y Sports Illustrated, porque no le encajan con el resto de sus cabeceras. Jiaravanon justifica la compra afirmando que “la demanda por información de alta calidad crece” y por este motivo se compromete a invertir en un “periodismo brillante”. Cree que puede ser un negocio rentable.

El empresario tailandés es presidente ejecutivo del conglomerado Charoen Pokphand, que controla la compañía de telecomunicaciones True Corporation, propietaria de la mayor cadena de televisión del país, y provee servicios de acceso a Internet. Fortune es el escaparate desde hace 88 años del éxito en el mundo de los negocios. Es conocida por sus listas de empresas y líderes más relevantes.

Alan Murray, su presidente, y Clifton Leaf, su editor, seguirán dirigiendo la publicación. “Hemos encontrado un dueño para Fortune que cree en nuestra misión, valora nuestra independencia editorial, quiere invertir en nuestro periodismo y que piensa que puede ser una marca líder en el mundo”, ha declarado Murray en un comunicado difundido por Meredith. “Comienza una nueva era”, concluye Leaf, “haremos cosas grandes en el futuro”.

Fuente: El País