Tubos Reunidos (TR) ha iniciado la renegociación de su deuda bancaria por los aranceles del 25 % que el presidente de Estados Unidos (EE. UU.), Donald Trump, ha impuesto a los productos relacionados con el acero. TR, que junto con Tubacex concentra la fabricación nacional de tubos sin soldadura, consigue en ese mercado el 45 % de sus ventas totales.

La siderúrgica, cuyo presidente ejecutivo es Guillermo Ulacia, había cerrado en el primer semestre del año pasado un acuerdo con diez bancos para un crédito sindicado de más de 207 millones. El vencimiento pactado estiraba el pago de la deuda hasta 2022. Entre las entidades comprometidas están BBVA, Santander, Kutxabank, Sabadell, Caixabank, Caja Rural de Navarra, Bankoa y Bankinter, además del ICO.

El nuevo escenario arancelario impuesto por Trump ha cambiado las perspectivas de negocio de TR, que además está enfrascado en un plan para reducir costes y mejorar su productividad. La estrategia, denominada Transforma 360, busca generar un beneficio bruto de explotación (Ebitda) que sume 45 millones adicionales al balance. Hasta las nuevas barreras de Trump, el equipo de Ulacía había conseguido generar un Ebitda extra, sobre los niveles anteriores, de 18 millones.

TR es un histórico de la industria vasca, con 126 años de trayectoria. Acumula tres ejercicios consecutivos de pérdidas, en total unos números rojos que rondan los 100 millones. El resultado de 2018 también será negativo.

En un comunicado remitido a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (Cnmv), TR ha adelantado el inicio de un proceso de negociación con los bancos, ahora en un «estado incipiente». El objetivo es «adecuar su estructura financiera» y «reforzar» sus mejoras operativas.

Fuente: Cinco Días