Los problemas se acumulan para Facebook. El último ataque contra su modelo de negocio llega de la administración de Donald Trump, que acusa a la red social de haber “alentado» y «causado” una discriminación en el mercado de la vivienda a través de su plataforma de publicidad. La compañía permitió que se excluyera de los anuncios a personas por su raza, religión, sexo o discapacidad.

El Departamento de Vivienda y Desarrollo Urbano considera que con sus prácticas se violaron las disposiciones de la Fair Housing Act. En este sentido, explica que Facebook permitió a los anunciantes limitar cómo se puede ver la publicidad sobre hipotecas, apartamentos y otros servicios inmobiliarios gracias criterios muy específicos. Así, afirma, se «trazaron líneas rojos de exclusión».

“Facebook está discriminando a la gente por quienes son y por donde vive”, afirma el secretario de Vivienda, Ben Carson, “usar un ordenador para limitar a una persona la elección de una vivienda es tan discriminatorio como darle un portazo en la cara”. La acción tiene origen en una investigación de ProPublica, que reveló la política de la red social hace tres años. Fair Housing Act prohíbe expresamente la discriminación.

Facebook había evitado su responsabilidad hasta ahora. El éxito de su modelo publicitario se basa, precisamente, en que los anunciantes pueden ser muy selectivos al de decidir a quién dirigen las ofertas. La red social se limitó a responder a las denuncias de las organizaciones de derechos civiles que había medidas de “salvaguardia” y atribuyó la discriminación a un problema técnico.

La agencia de la Vivienda no lo entiende así. Facebook ya informó días atrás que va a modificar la gestión de la plataforma publicitaria, tras un acuerdo amistoso con organizaciones como la ACLU. “Hay una larga tradición de discriminación en el área de la vivienda, el empleo y el crédito”, admitía Sheryl Sandberg, “este comportamiento tóxico no debe perpetuarse”.

Entre las medidas que se anunciaron para corregir el problema, se va a prohibir que los anuncios excluyan sistemáticamente a grupos minoritarios específicos. Sandberg insiste en que “la tolerancia está en el corazón de los valores de Facebook” y por eso considera que la publicidad en el ámbito de la vivienda “nunca debe ser utilizada” para marginar a las personas desfavorecidas.

El Departamento de Vivienda responde que con la excusa de las nuevas tecnologías no se pueden violar reglas que siguen siendo muy claras medio siglo después de su adopción. “Simplemente porque el proceso de distribuir los anuncios sea opaco y complejo no significa que excluya a Facebook de la ley”, concluye. Trump ya acusó a la red social de discriminar a simpatizantes y políticos republicanos.

Fuente: El País