Thyssenkrupp ha anunciado hoy sus planes de suspender el dividendo, por primera vez en seis años, después de advertir que las pérdidas serán más profundas a medida que se reestructurara la compañía, subrayando el reto al que se enfrentan los ejecutivos que intentan trazar un plan para salir de la crisis.

El grupo alemán, que tiene una capitalización bursátil de 8.200 millones de euros, ha explicado hoy que pedirá a los accionistas durante la junta general de accionistas que la firma celebrará el próximo enero que aprueben una suspensión de su dividendo  y advirtió que la situación financiera podría empeorar, informa Bloomberg.

La pérdida neta de Thyssenkrupp aumentó a 304 millones de euros en el período 2018-19, frente a los 62 millones de euros del año anterior.

Desde el pasado 1 de octubre, Martina Merz tiene el reto de cambiar el rumbo de la compañía que atraviesa por dificultades. Merz sucede en el cargo al frente del gigante alemán a Guido Kerkhoff, que fue despedido en septiembre después de sólo 14 meses al mando.

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Esta decisión del grupo germano llega después de unas pérdidas que se han profundizado y con una deuda en aumento durante el año hasta septiembre a medida que el empeoramiento del entorno económico, agravado por el mal comportamiento de sus divisiones de la industria del acero.

«La marcha de muchos de nuestros negocios no es satisfactoria», dijo el jueves la directora ejecutiva Martina Merz en una declaración, añadiendo que la compañía seguiría adelante con la venta o listado de su unidad de ascensores y llevará a cabo medidas de reestructuración en otras divisiones.

Las acciones de Thyssenkrupp se prepararan para abrir con fuertes caídas. En la preapertura, sus títulos ceden más del 5%. 

Fuente: Cinco Días