Dave Morton fue fichado hace solo un mes por Elon Musk para llevar las cuentas de Tesla. Pero la presión a la que está sometido el fabricante de coches eléctricos llega al extremo de que el directivo admite que no la aguanta y decide renunciar por eso al puesto. También lo hace Gaby Toledano, responsable de recursos humanos. El doble anuncio provocó una fuerte caída del valor de mercado de la compañía. En plena fuga, elevó al cargo de presidente de la división de automóviles a Jerome Guillen, responsable del programa que desarrolla el camión electrico.

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Morton fue el director financiero de la tecnológica Seagate antes de pasar a Tesla. En la comunicación al regulador bursátil argumenta su salida explicando que no esperaba el grado de atención pública que hay sobre la compañía. Solo un día después de tomar posesión del cargo, Musk colgó el mensaje en Twitter en el que anunciaba su intención de sacar a la compañía del mercado bursátil para escapar de los ataques de los especuladores. El pasado viernes lo reconsideró. Toledano, por su parte, estaba de baja pero no retomará su puesto.

Esta doble renuncia coincide, además, con una entrevista la pasada noche de Elon Musk en el programa del comediante Joe Rogan. Duró un par de horas y en las imágenes del podcast se ve a los dos fumando marihuana y bebiendo alcohol mientras conversan. La gran pregunta que se hacen en el parqué de Wall Street es que hará el consejo de administración de Tesla ante esta sucesión de farolillos rojos que se enciende. En solo un mes, Tesla perdió más de un 30% de su valor, reflejo de la ansiedad de los inversores, que piden cada vez más alto que tenga una mano derecha.

Esa figura que ponga orden en la compañía podría ser Guillen. En una carta a los empleados, Musk explica que estará a cargo de las operaciones de la división de automóviles y que coordinará toda la cadena de suministro. El directivo ya desempeñó un papel clave para dar escala a la producción de Model 3. «Hizo lo que casi todos creía imposible», afairma, «crear toda una linea de ensamblaje de gran volumen en cuestión de semanas». También nombra a un nuevo director de comunicación

La conducta reciente de Elon Musk está cuestionando entre los inversores si es una persona capacitada para llevar las riendas de la compañía en un momento clave para su éxito futuro, cuando debe demostrar que puede ser rentable y ganar escala con la producción del utilitario Model 3. En los últimos días trascendió que Tesla está teniendo dificultad para mantener el ritmo de producción de 5.000 unidades semanales que logró a final del segundo trimestre. Pero el principal obstáculo en este momento parece ser la personalidad de su fundador.

Morton deja claro que sigue “creyendo firmemente en Tesla”, así como en su misión y en las perspectivas futuras de la compañía. También precisa en la comunicación a la SEC que no está en desacuerdo con el liderazgo de la sociedad o con sus resultados financieros. Pero esta afirmación no fue suficiente para evitar una nueva desbandada. Toledano, por su parte, se dio de baja temporalmente el pasado agosto tras solo 15 meses al frente de los recursos humanos. Está por ver si su entorno es capaz de contener esta espiral autodestructiva.

Reflejo también de la incertidumbre que rodea a Tesla, o la falta de confianza que hay en este momento hacia Musk por su comportamiento, los bonos de la compañía marcaron este viernes un nuevo mínimo en la apertura de Wall Street mientras su valor bursátil sufría la mayor caída en dos años. Andrew Left, uno de los inversores que apuesta contra la compañía, acaba de presentar además una demanda porque considera que Elon Musk manipula el valor de la acción con información que califica de engañosa y eso supone una violación de las reglas.

Fuente: El País