S&P Global ha rebajado la calificación del fabricante de coches francés Renault hasta el nivel de bono basura. En concreto, a BB+, lo que supone el descenso de un escalón respecto a su nota previa. También le asigna una perspectiva negativa ante el impacto del coronavirus sobre las ventas de automóviles.

La agencia de calificación crediticia ha informado en un comunicado de que los efectos de la pandemia se suman a la incertidumbre que está produciendo en el sector la nueva normativa de emisiones europea, la cual obliga a los fabricantes a que la media de sus automóviles vendidos en la región este año no genere más de 95 gramos de CO2 por kilómetro recorrido. Si sobrepasan el límite, enfrentarán multas de 95 euros por cada gramo superado.

Antes de que emergiese el virus, S&P pronosticaba que las ventas de coches permanecerían «deprimidas» en 2020 y 2021. En cambio, ahora estima que se contraerán un 15% este año y repuntarán entre un 6% y un 8% en 2021.

La agencia espera que el margen Ebitda de Renault caiga hasta el 3% en 2020, más de tres puntos inferior al de 2019, y que la generación de flujo de caja sea negativa en 2.000 o 3.000 millones de euros.

Asimismo, ha alertado de que rebajará la nota a la marca del rombo si el margen Ebitda no repunta hasta el entorno del 6% para 2022 o si la ratio entre el flujo de caja y la deuda no supera el 15%. Si se mejoran estas métricas antes de 18 meses, la perspectiva podría mejorar hasta ‘estable’, pero no se cambiará la nota crediticia.

El 14 de febrero, Renault reportó su primera pérdida en una década y también redujo sus dividendos.

Fuente: Cinco Días