El grupo FCC ha cerrado hoy formalmente la operación por la que abre el capital de la constructora y operadora de infraestructuras del agua Aqualia al fondo australiano IFM. Este último se ha hecho con un 49% del capital por 1.024 millones, mientras la constructora de Carlos Slim mantiene el control con el 51%.

La desinversión, acordada meses atrás, ha permitido a FCC recortar en 800 millones su crédito sindicado y utilizar el resto para otras necesidades corporativas, según explica la compañía en un comunicado remitido a la CNMV. El visto bueno de la Comisión Europea llegó el pasado 22 de agosto, mientras la Comisión Federal de la Competencia Económica de México dio su plácet este 20 de septiembre.

El ajuste de deuda ha venido acompañado de una refinanciación de los 1.200 millones que FCC adeuda a sus bancos acreedores, tal y como ya anticipó el propio Slim a analistas e inversores el pasado mes de julio. Este crédito ha sido dividido en dos tramos, de 900 millones y 300 millones, respectivamente, siendo el tramo corto un préstamo revolving.

Esta deuda paga un interés de Euríbor más un diferencial medio del 1,87% durante los cinco años de vencimiento.

Aqualia es el buque insignia de FCC para la gestión del agua. La compañía que preside Esther Alcocer ha señalado que «prevé la continuidad de su estrategia actual, el mantenimiento de sus operaciones y relaciones comerciales». De hecho, el accionista de control de FCC, el magnate Carlos Slim, ha dado la orden de buscar sinergias con el nuevo socio, IFM, para seguir creciendo.

La entidad financiera, que se ha hecho también con el área de concesiones de OHL, suma con esta su tercera adquisición en el mercado del agua en todo el mundo. Las experiencias anteriores vienen de muy atrás, con la compra de Wyuna Water (Australia) en 2003 y de Anglian Water (Reino Unido) en 2006.

En lo que toca al gobierno corporativo, el acuerdo entre FCC e IFM incluye un consejo de administración con siete miembros para Aqualia, de los que la constructora designará a cuatro y el fondo a los tres restantes.

Fuente: Cinco Días