Las protestas del campo llegan hoy a la provincia de Sevilla, que se prepara para una tractorada histórica. Bajo el lema Agricultores al límite, unos 30.000 profesionales del sector están llamados a secundar paros y los cortes en las principales vías de acceso al territorio. La agricultura sevillana es, tras la almeriense, la que crea más riqueza, unos 2.500 millones de euros que generan 100.000 puestos de trabajo.

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Desde las once de la mañana y hasta las dos de la tarde, las organizaciones convocantes tienen previsto cerrar al tráfico la A-92, que comunica Sevilla con Málaga, Granada y Almería, en dirección Madrid a la altura de Aguadulce; la A-4, que une con Córdoba y Jaén, en el término municipal de Carmona, en dirección Madrid; la A-49, que lleva hasta Huelva, en Benacazón y la AP-4, que lleva a Cádiz, entre los kilómetros 53 y 54 de la antigua autopista de peaje en sentido hacia la capital gaditana. La única vía de comunicación que quedará expedita es la A-66, conocida como la Ruta de la Plata, que va a Extremadura.

Como en las anteriores protestas, la última el lunes en los 97 pueblos de la provincia de Jaén, los manifestantes claman por unos precios justos en origen, un mayor equilibrio en la cadena alimentaria, que se ponga coto a la competencia desleal por parte de terceros países y la implantación del doble etiquetado y una estrategia contra el rearme arancelario. Asaja, una de las organizaciones convocantes de los cortes, recrimina al Gobierno central que no ataje de manera decidida la crisis en el sector y demanda la involucración de más ministerios para ofrecer soluciones a los problemas a los que se enfrenta el campo.

Estas reclamaciones coinciden con el Consejo de Ministros que prevé aprobar este martes un paquete de medidas de ayuda al campo, y un día después de que el presidente Pedro Sánchez encabezara una reunión interministerial con todos los departamentos afectados para buscar soluciones a esta crisis que ha llenado de protestas toda España en las últimas semanas.

Los agricultores se han lanzado a la carretera antes de lo previsto y en puntos no autorizados. Poco antes de las ocho de la mañana, unos trescientos olivareros de distintos puntos de la provincia de Jaén han cortado la A-4 a la altura de la localidad de Santa Elena, informa Efe. La obstrucción es en ambos sentidos, tanto en dirección Madrid como Sevilla y está ocasionando retenciones. Las asociaciones organizadoras de los cortes previstos para hoy a partir de las once de la mañana se han desmarcado de la acción.

La nueva delegada del Gobierno en Andalucía, Sandra García, ha apoyado este lunes a los agricultores. “Sus reivindicaciones son de justicia y cuentan con el compromiso del Gobierno de España”, ha señalado durante su toma de posesión. “Se está empleando a fondo en Bruselas para evitar recortes en la PAC y al tiempo que llevará al Consejo de Ministros la reforma de la ley de la cadena alimentaria y otras reformas fiscales”, ha abundado.

En la provincia sevillana uno de cada seis asalariados está ligado a la agricultura. El territorio, además, es el principal productor de aceituna de mesa del mundo -un producto herido de muerte por los aranceles de EE UU– y el primero en España de arroz, algodón o girasol.

Las expectativas ante la manifestación de este martes son tales que los centros educativos ya han comunicado a los padres que, ante la posibilidad de que las rutas escolares no puedan realizar su trayecto, las faltas de asistencia a clase de los alumnos estarán justificadas. Muchos Ayuntamientos han mostrado su solidaridad con las protestas de los agricultores aprobando declaraciones institucionales y mociones y colocando lazos verdes en los consistorios. Algunos alcaldes tienen previsto acompañarlos en sus tractores.

Las concentraciones del campo en la provincia de Sevilla culminan un calendario de protestas en la comunidad que desde finales de enero ya ha visto movilizaciones en Almería, Córdoba, la sierra de Cádiz, Granada y Jaén, donde este mismo lunes miles de personas defendían el aceite de oliva en los 97 municipios del territorio.

Fuente: El País