Ana Botín remodela la cúpula de Santander. Rodrigo Echenique, que a petición propia abandonará la presidencia de Santander España y la vicepresidencia del grupo, será sustituido como presidente ejecutivo de Santander España por José Antonio Álvarez. Este último será también vicepresidente del banco. Tras este nombramiento, José Antonio Álvarez y Bruce Carnegie-Brown serán los dos vicepresidentes del grupo, y Álvarez el único con funciones ejecutivas. Guillermo de la Dehesa Romero, actual vicepresidente del grupo, dejará ese puesto aunque se mantendrá como consejero.

Para reemplazar a Álvarez, el consejo ha acordado el nombramiento de Andrea Orcel como consejero de Banco Santander. Orcel es actualmente miembro del comité ejecutivo de UBS. El banco suizo y Orcel en particular fueronel gran asesor de Santander en la compra del británico Abbey en 2004 y también de ABN Amro en 2007. 

Andrea Orcel es co-consejero delegado de UBS, después de incorporarse en julio de 2012 procedente de Bank of America, entidad a la que llegó procedente de Merrill Lynch, a la que se incorporó en 1992. 

«Está previsto que estos nombramientos tengan efecto a principios de 2019, una vez obtenidas las autorizaciones correspondientes», señala la entidad financiera en una nota. 

Ana Botín, presidenta ejecutiva de Banco Santander, señala en el comunicado: “Rodrigo Echenique ha sido mi mayor apoyo en estos años y ha jugado un papel determinante en el consejo, así como en la presidencia ejecutiva de Santander España. Es una gran noticia para mí y para el banco poder contar con José Antonio Álvarez para asumir esta gran responsabilidad para el futuro. El consejo, el equipo directivo y yo en particular queremos agradecer a Rodrigo su compromiso y gran aportación durante los últimos 30 años y me alegro de poder seguir contando con su apoyo como consejero no ejecutivo. Le deseamos todo lo mejor”.

En los últimos años Banco Santander ha renovado gran parte de su equipo directivo, presentando una nueva estrategia con foco en la vinculación de clientes y basada en una única nueva cultura corporativa para sus 200.000 empleados. Los avances en esta transformación han permitido a la entidad situarse entre los tres primeros bancos en satisfacción de cliente en la mayoría de sus mercados.

En octubre 2015, Santander anunció su plan estratégico a medio plazo y la previsión es cumplir todos los objetivos que se marcaron. «Así, a final de 2018 el banco habrá casi doblado el número de clientes digitales, desde 16 millones a 30 millones, e incrementado el número de clientes vinculados en un 40%, hasta 19,1 millones», afirma el banco. En este periodo Santander ha fortalecido su solvencia incrementando en 16.000 millones de euros su capital CET1, hasta el 10,8% en el segundo trimestre de 2018, y ha aumentado el dividendo en efectivo por acción un 132%.

A principios de 2019 Banco Santander presentará su nuevo plan a medio plazo, siguiendo la misma estrategia que anunció en 2015: ser el mejor banco comercial en todos los países en los que opera, con foco en vinculación de clientes y, al tiempo, construir una plataforma digital e integrada en todo el grupo.

La entidad añade que «estos cambios continúan la trayectoria de hace unos años de construir un equipo directivo y un consejo más diverso e internacional». «Tras la incorporación de nuevos consejeros delegados en nuestros países principales, como México, Brasil, Reino Unido, Estados Unidos y España, el equipo gestor del banco refleja mejor la diversificación geográfica del Grupo. También el centro corporativo es hoy más diverso», sentencia. 

Fuente: Cinco Días