Ryanair se encuentra en una encrucijada. Tiene una pelea abierta con los sindicatos de pilotos y tripulantes de cabina en España, a lo que hay que sumar el retraso en la entrega del pedido de aviones 737 MAX. Como ya avanzó a principio de mes Michael O’Leary, consejero delegado de la compañía, es posible que no reciba ninguno de estos aviones este año. Una situación que lleva a Ryanair a plantearse más cierres de bases en España si no consigue las naves previstas, según ha reconocido este martes en Madrid Kenny Jacobs, director general de marketing de la firma.

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En un principio, Ryanair tenía que recibir 58 Boeing 737 MAX en 2020, aunque el pasado otoño se corrigió esta cifra a solo 10, los primeros en abril. Y esto ahora también está en el aire, aunque no quieren adelantarse a lo que finalmente consiga cumplir Boeing. “No tenemos la decisión tomada [de posibles cierres de bases en España y otros puntos de Europa]. Todo depende de qué ocurre con el pedido, pero esperamos que no tengamos que cerrar ninguna base más. Para el funcionamiento de nuestras rutas no sería un drama no recibir los 10 aviones, pero sí trastoca nuestra estrategia”, ha añadido Jacobs. Y descartó la opción de cambiar el modelo del MAX por otro. “No estamos en eso ahora. Nuestro objetivo es tener el MAX. Las conversaciones son sobre cuándo lo podremos tener y posibles compensaciones por el retraso”, ha afirmado.

La compañía irlandesa de low cost emite así mensajes contradictorios en las últimas semanas. Por un lado, el 8 de enero se materializó el cierre de las bases de Tenerife Sur, Lanzarote y Gran Canaria con un expediente de regulación de empleo para 70 pilotos y 134 tripulantes de cabina de pasajeros —otros 100 se recolocaron en otras bases europeas según sus preferencias, según afirmó Darrell Hughes, jefe de recursos humanos de la firma—.

Dos días después, la aerolínea elevó su previsión de beneficios para el ejercicio (de abril a marzo en su caso) entre el 17% y el 19%, hasta un rango de entre 950 millones y 1.050 millones de euros frente al rango de 800 a 900 millones que anticipó en noviembre. Pese a ello, mantiene una estimación negativa a corto plazo. En esta línea, Jacobs ha adelantado este martes que este año estará marcado por la incertidumbre sobre el pedido a Boeing. Y achacan a este factor la previsión de la primera caída de la compañía en número de pasajeros transportados en España para su próximo año fiscal, una noticia que es un jarro de agua fría y que le da una baza más en las negociaciones con los sindicatos para acordar un nuevo convenio colectivo.

La caída estimada por Ryanair para el mercado español se sitúa en el 1,5%, con lo que se quedaría en 50,8 millones de viajeros transportados. “Es un 1,5% menos que el ejercicio anterior, una caída que hasta ahora nunca se había dado”, ha asegurado Jacobs, que lo justifica, al igual que con los cierres de base, a los retrasos en la llegada del 737 MAX. Este decrecimiento se deberá sobre todo a una caída prevista en Cataluña del 3% (principalmente por Girona), mientras que en otros lugares como Madrid o Málaga se seguirá al alza. En el resto, la estimación es que se queden prácticamente planos.

Sobre el cierre de las bases canarias, así como el cambio a base estacional en Girona, los responsables de Ryanair han insistido en el golpe que supone para ellos no recibir los 58 MAX previstos (tiene una flota actual de 475 aviones). Y cifraron las bajas: unos 200 empleados despedidos en las canarias y 100 recolocaciones; y en unas 20 bajas en Girona y 100 trabajadores que continúan, aunque con contratos estacionales.

Sin opciones de reapertura de bases

Los cierres de las bases de Tenerife Sur, Lanzarote y Gran Canaria son irreversibles. Al menos por el momento, ya que no está sobre la mesa ni la compañía irlandesa se plantea por el momento su reapertura en caso de recibir el pedido de aviones de forma íntegra. «En tal caso, será una decisión comercial que se tendrá que tomar, pero por el momento no se contempla», argumentó Jacobs. Esto se debe a que el cierre realizado se corresponde con las bases de rendimiento más bajo, según la propia empresa.

De esta forma, Ryanair mantiene para este año más de 600 rutas (27 de ellas nuevas) en España y no parece factible que se gane en número de bases en el corto plazo (hay nueve en la actualidad). En Europa, donde también realizó cierres (Núremberg, Hamburgo, Belfast y Skavsta, en Estocolmo), mantiene 82 bases.

Sobre el nuevo Gobierno de España, tanto Jacobs como Hughes fueron breves y elogiaron el trabajo realizado en los últimos meses por el Ejecutivo de Pedro Sánchez, sobre todo por la ayuda prestada en la quiebra de Thomas Cook. «La relación con el Gobierno tiene que ser buena. En los últimos meses han apoyado al sector del turismo y esperamos que se mantenga esta línea», han asegurado. Y Jacobs ha añadido además un mensaje en materia política a Europa: «Debe proponer una legislación única [sobre tasas e impuestos a las aerolíneas], algo que es necesario para países en los que el turismo tiene un peso tan grande como España».

Fuente: El País