PSA, el grupo automovilístico que controla las marcas Peugeot, Citroën, DS y Opel-Vauxhall, cerró el año pasado con resultados récord pese al complicado mercado global a las puertas de su fusión con FCA, el conglomerado que controla las marcas Fiat y Chrysler. La compañía francesa cerró el año con unos ingresos de 74.731 millones de euros de facturación, un 0.9% más, y un beneficio de 3.201 millones, que representa un crecimiento del 13%. Esos resultados confirman una mejora del precio por coche vendido, ya que el grupo anunció hace diez días que las ventas mundiales habían caído un 10%, situándose en los 3,48 millones de vehículos.

El presidente del grupo, Carlos Tavares, ha sacado pecho de los resultados y en una rueda de prensa ha asegurado que el grupo se convierte en unas de las compañías más rentables del sector del automóvil y ha dibujado un mejor horizonte para el grupo de la mano de Fiat-Chrysler. De hecho, preguntado al respecto, Tavares ha negado que la fusión tenga que suponer reestructuraciones porque «ambas compañías gozan de una excelente situación».

El optimismo de Tavares, sin embargo, choca con las previsiones del grupo para este 2020, ejercicio que se ha convertido en un desafío para el sector de la automoción ante los objetivos de encajar los nuevos objetivos de emisiones de dióxido de carbono y la coyuntura económica, agravada por la crisis del coronavirus, que está impactando en la industria con el cierre de plantas en China y afectaciones sobre toda la cadena de suministro. Tras reducir la comercialización de modelos en todas las regiones en las que opera PSA durante 209 (con la excepción de los mercados de India-Pacífico y Eurasia, los más pequeños), este ejercicio no apunta a mejor. En Europa se prevé una caída del 3% para 2020, similar a la del año pasado. En Rusia, el declive será del 2%.

Respecto al mercado chino Tavares no ha querido ofrecer detalles ante la crisis que está generado el coronavirus. Aunque sí que ha admitido que el grupo francés aún no ha logrado el éxito deseado, como mostrarían las ventas del año pasado, que cayeron un 55%. Respecto a los efectos del Covid-19, el presidente del grupo ha afirmado que «toda la plantilla [del grupo] está segura»

La dirección de PSA está convencida de que el grupo podrá cumplir con los objetivos de emisiones para este año y Tavares ha reiterado su convencimiento de que han acertado con su modelo para lograrlo, basado en plataformas multinenergía que deben permitir acompasar más fácilmente la producción de coches eléctricos a la demanda del mercado. El turismo vendido por el grupo cerró 2019 con unas emisiones promedio de 105.6 gramos (11 gramos menos que un año antes), mientras que la marca Opel redujo en un solo año 20 gramos de emisiones. El objetivo para este año para el conjunto del sector automovilístico es de 95 gramos.

Uno de los objetivos que la compañía tiene sobre la mesa es lograr rebajar el coste de cada vehículo que fabrica. En el plan 2019-21 preveía conseguir una reducción de 700 euros por unidad, pero en 2019 solo se logró una rebaja de 111 euros.

Fuente: El País