Productos de uso cotidiano fabricados con lino o cáscara de café

Pequeños gestos cotidianos pueden marcar el camino e iniciar el cambio hacia la sostenibilidad. Es la máxima en la que se asienta Todarus, una startup española que pretende sustituir productos que utilizamos diariamente por otros fabricados con materiales biodegradables.

Detrás de este proyecto están Sara Cobos y Fernando Cervigón. Juntos fundaron hace años Trees4Humanity, una ONG destinada a llevar a cabo procesos de reforestación. Fue desarrollando uno de sus proyectos de preservación de especies en Indonesia cuando se dieron de bruces con la realidad. Conocieron muy de cerca el desastre ecológico que la basura marina está ocasionando en esa zona. “Nos invadió una avalancha de plástico en el epicentro de la fauna marina mundial, en el triángulo de coral, el lugar con más biodiversidad marina del mundo. Y pensamos que había que hacer algo”, afirma Fernando Cervigón. “No podemos mirar hacia otro lado. Es un problema muy serio, tenemos que dejar de aumentarlo y tratar de solucionar el que hemos creado”. Y decidieron poner en marcha Todarus.

La empresa produce, por un lado, objetos a partir de bioplásticos, un material biodegradable y pionero que sustituye el plástico, que procede del petróleo, por otro con propiedades similares pero hecho con componentes orgánicos, como el lino o la cáscara de café. Así se garantiza que tras usar los cepillos de dientes de Todarus se puedan desechar con la seguridad de que se van a desintegrar con el paso del tiempo, en cuestión de meses.

Por otro lado, ofrece productos creados a partir de plásticos reciclados. En este caso, la startup ha puesto en marcha varias acciones de recogida de residuos del mar, dentro y fuera de España.

Con su compra, el cliente puede elegir entre plantar un árbol o reciclar un kilo de envases del mar

Además de cepillos de dientes sostenibles, actualmente Todarus ofrece a través de su tienda online (www.todarus.org) pajitas sostenibles y la ecobottle, una botella que dura de forma ilimitada y que pretende terminar con el uso indiscriminado de botellas de plástico.

Productos de uso cotidiano fabricados con lino o cáscara de café

Para la compra de productos, el usuario tiene que hacer una compra anticipada utilizando un modelo de microfinanciación que consiste en comprar y reservar el producto antes de su fabricación. Así es como las compras cotidianas sirven también para financiar proyectos, ya que en el momento de hacer el pago, el cliente puede elegir entre plantar un árbol o reciclar un kilo de plástico recogido del mar. Estos proyectos se llevan a cabo desde la ONG Trees4Humanity, adonde se destina la totalidad de los beneficios.

“Tratamos de llegar al mayor número de gente posible, poco a poco, teniendo en cuenta nuestras limitaciones. Son productos relativamente pioneros, que de un día para otro no pueden sustituir al plástico, no podemos competir con las grandes fábricas de producto de plástico”, argumenta Fernando Cervigón, para quien es muy importante demostrar y dar a conocer que existen alternativas como los bioplásticos hechos de materiales orgánicos, además de otros productos procedentes del reciclaje que no contaminan. Y recuerda que la cantidad de plástico que se ha generado desde la década de los cincuenta, cuando se empezó a producir, no ha desaparecido y va a seguir ahí en los años venideros, originando un gravísimo problema medioambiental.

El equipo de Todarus va a poner en marcha un proyecto en Indonesia para establecer equipos de trabajo con comunidades locales. El objetivo es darles un trabajo digno y ofrecerles la infraestructura para que lleven a cabo la recogida de plásticos que se acumulan en su entorno, en algunas de las reservas de la biosfera más importantes del mundo. Después, el plástico se tratará en una fábrica de procesado financiada por Todarus, de donde saldrá el material para crear los nuevos productos que la startup pondrá a la venta en su página web.

Trayectoria

Sara Cobos y Fernando Cervigón, fundadores de Todarus. Sara Cobos y Fernando Cervigón, fundadores de Todarus.

Sara Cobos y Fernando Cervigón fundaron en 2016, con 26 y 23 años respectivamente, Trees4Humanity, una ONG dedicada a la reforestación. Sin dejar a un lado esta actividad, comenzaron a recoger plástico de las costas y a promover el uso de productos fabricados con materiales sostenibles. Decidieron dar un paso más y fundar Todarus.

La empresa ha comenzado a investigar el uso de los bioplásticos en nuevos productos presentes en nuestra vida cotidiana, como bastoncillos o bolsas, que en los próximos años estarán prohibidos en la Unión Europea.

Fuente: Cinco Días