La Oficina de Defensa del Consumidor de Polonia (UOKiK) ha impuesto una multa de 30 millones de euros al fabricante alemán de automóviles Volkswagen por haber mentido sobre el nivel de emisiones de algunos de sus vehículos diésel, después de que ayer la Fiscalía de Braunschweig (Alemania) denunciara por fraude a seis ejecutivos del grupo también en relación con el ‘dieselgate’.

«La información falsa expresada en materiales publicitarios supuso un engaño para los consumidores, ya que la compañía demostraba una actitud proecológica cuando, en realidad, los automóviles no eran tan respetuosos con el medio ambiente como se hacía creer», dijo el presidente de la UOKiK, Marek Niechcial, en un comunicado.

La multa es la más grande impuesta hasta ahora por este organismo, y representa el último capítulo del escándalo de emisiones que ya le ha costado a Volkswagen cerca de 30.000 millones de euros en multas, reparaciones de vehículos y costes legales.

En septiembre de 2015 salió a la luz que Volkswagen había instalado ilegalmente un software para alterar los resultados de los controles técnicos de emisiones contaminantes en once millones de automóviles con motor diésel, vendidos entre 2009 y 2015.

Las denuncias de fraude estallaron en Estados Unidos, donde el fabricante europeo admitió que casi 600.000 coches vendidos en ese país tenían instalado el software diseñado para manipular los resultados de las pruebas de emisiones.

La compañía alemana no se ha pronunciado aún sobre la multa impuesta por la UOKiK polaca.

Fuente: Cinco Días