Tras el veto de la Comisión Europea a la fusión de fabricantes de tecnología ferroviaria Siemens y Alstom, Alemania y Francia han lanzado una ofensiva para impulsar conjuntamente una reforma de la legislación europea sobre competencia que permita crear «nuevos campeones» europeos. Entre otras propuestas, los dos países abogan por «actualizar» las directrices que guían la política de Competencia de la Comisión Europea o dar al Consejo la posibilidad de anular una decisión del ejecutivo comunitario bajo «condiciones estrictas», según el documento firmado en Berlín por el ministro federal de Economía Peter Altmaier (CDU) y su colega francés Bruno Le Maire.

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«Este es un día importante porque después de meses de trabajo, hemos acordado la definición de una estrategia industrial para Europa que propondremos a nuestros socios», aseguró el ministro francés de Economía, Bruno Le Maire, en una conferencia de prensa en Berlín con su homólogo Peter Altmaier. «Esta es la primera vez en años, incluso décadas, que hemos lanzado una iniciativa tan importante y que Francia y Alemania han acordado una estrategia industrial común para el siglo XXI», agregó.

Baterías eléctricas

Los socios comunitarios han elegido la producción de baterías eléctricas como su primer proyecto concreto de cooperación, que estará abierto a otros países europeos. Alemania ha puesto a disposición 1.000 millones de euros y Francia 700 millones de euros, adelantó Peter Altmaier. Berlín y París esperan una respuesta de la Comisión Europea sobre este tema antes del 1 de abril.

Los dos ministros han pedido una estrategia industrial europea para «hacer que las empresas europeas estén preparadas para el futuro ante la dura competencia mundial». En el Manifiesto para la política industrial enumeran tres pilares principales. En primer lugar, centrarse en la innovación y encontrar la financiación necesaria, y luego modificar las normas europeas calificadas como «obsoletas, como se demostró con el fracaso de la fusión Siemens y Alstom», apuntó Bruno Le Maire.

El útlimo punto del manifiesto consiste en  proteger a las industrias europeas para evitar la transferencia tecnológica hacia Asia. Y para ello proponen la «plena implementación» del instrumento que permitirá a la Comisión Europea controlar la inversión extranjera en infraestructuras y sectores clave que puedan afectar a la seguridad y al orden público.

«Necesitamos una estrategia industrial europea para que nuestra industria esté preparada para el futuro ante la dura competencia mundial. Esta será una tarea importante para la Comisión después de las elecciones europeas», añadió el ministro alemán al referirse al manifiesto. «Después de la microelectrónica, ahora también queremos apoyar y lanzar un consorcio europeo para la producción de pilas de baterías. Necesitamos una producción de células de batería competitiva, innovadora y respetuosa con el medio ambiente en Alemania y Europa. En el futuro, las células de batería representarán una gran parte del valor añadido de la industria del automóvil, y es absolutamente necesario que participemos en ello».

Ubicación de las fábricas

Con respecto a la producción de materias eléctricas, Altmaier dijo que había discutido intensamente el tema con su homólogo francés Bruno Le Maire. «Debemos unir fuerzas. La producción de baterías es un primer caso de aplicación de una política industrial más integrada en Europa», dijo el ministro alemán. Altmaier añadió que la decisión sobre dónde se ubicarán las fábricas se tomará en breve.

La decisión de reformar las normas de competencia de la UE ideado por Paris y Berlin obedece a la necesidad de convertir a las empresas europeas en actores globales lo suficientemente grandes para que puedan competir con proveedores de Estados Unidos o de Asia. A principios de febrero, la Comisión prohibió la creación de un grupo franco-alemán de tecnología ferroviaria. El fabricante de ICE Siemens quería fusionar su división de transporte con el fabricante francés de TGV Alstom. Uno de los objetivos era poder hacer frente a la CRRC, líder mundial del mercado chino. Sin embargo, la comisaria de la UE, Margrethe Vestager, concluyó que la fusión pondría en peligro la competencia en el mercado único europeo.

Durante la rueda de prensa conjunta, los dos ministros también mencionaron los riesgos a los cuales esta enfrentada la industria europea a causa de los planes del presidente Donald Trumnp de impune aranceles a la importación de de automóviles europeos. «Esto debe evitarse» dijo Altmaier y agregó : «Lo que no significa que no debemos estar preparados para defender nuestros intereses si somos presionados injustamente».

Le Maire dijo, por su parte que el comercio internacional debe seguir las reglas que se aplican a todos. «No negociaremos sobre la base de amenazas. La UE debe actuar conjuntamente en la disputa comercial. En una guerra comercial solo habrá perdedores», dijo el ministro francés.

Fuente: El País