Nissan ha planteado este martes a los sindicatos de la planta de Nissan en la Zona Franca de Barcelona la necesidad de recortar su plantilla, de unas 3.000 personas actualmente, en 600 puestos de trabajo. La multinacional japonesa ha hecho esa propuesta sin garantizar que las instalaciones, que operan por debajo del 40% de su capacidad, puedan recibir la asignación de un nuevo vehículo. Sí ha anunciado que si se acepta su plan de prejubilaciones y bajas incentivadas automáticamente se aprobará una inversión de 70 millones de euros para construir una nueva planta de pintura que permita adecuarse a la normativa medioambiental de la Unión Europea.

El presidente de Nissan Europa, Gianluca de Ficchy, ha afirmado la necesidad de recortar la plantilla para acompasarse a la evolución del mercado, que acusa una caída de las ventas. Ha defendido la calidad de los productos que salen de Barcelona y el esfuerzo de su plantilla durante los últimos años. «Queremos seguir invirtiendo, pero para hacerlo tenemos que hacer que la planta sea lo más competitiva posible», ha dicho, dejando claro que a día de hoy no hay «visibilidad» de un nuevo modelo en Barcelona, donde se fabrican la furgoneta eléctrica NV200 y la ranchera para las marcas Nissan, Renault y Mercedes. La fábrica funciona por debajo del 40% de su capacidad.

La asignación de nuevos modelos no está asegurada de momento, pero el responsable industrial de la alianza Nissan-Renault, José Vicente de los Mozos, ha asegurado que la planta debe prepararse «para jugar el partido», en referencia a la posibilidad de que en el futuro se puedan asignar nuevos vehículos.

Los dos pilares de esa posibilidad de futuro pasan por la reducción de plantilla y la construcción de una nueva planta de pintura de última generación. Está prevista una inversión de 70 millones de euros, esfuerzo que se minimizará a través de ayudas comunitarias en materia medioambiental y de eficiencia.

El otro coste, que los sindicatos cifran en más de 100 millones de euros, es el del recorte laboral. La compañía prevé que unos 500 trabajadores salgan a través de prejubilaciones, mientras que el resto serían bajas voluntarias. La compañía tendrá que tramitar un expediente de regulación de empleo para iniciar el proceso, pero insisten en remarcar que no se quiere hablar de bajas traumáticas.

«Es el momento de trabajar juntos. Hoy es importante que Nissan ha decidido dar futuro a Nissan en Zona Franca», ha subrayado De los Mozos, que ha emplazado a los sindicatos a alcanzar un acuerdo antes de las vacaciones de Semana Santa.

Pese al recorte de plantilla y a la demanda de competitividad, la fábrica de Zona Franca sigue siendo rentable para la compañía nipona. El último ejercicio fiscal ganó 35 millones de euros.

Fuente: El País