La sala de motores de la banca de inversión española echa humo ante el inminente regreso a Bolsa de Cepsa. Tras anunciar oficialmente la petrolera la semana pasada su intención de cotizar, las entidades realizan los primeros encuentros con potenciales inversores y perfilan su valoración. Las tasaciones más optimistas corresponden a los departamentos de análisis de Morgan Stanley y Santander, dos de los coordinadores, con tasaciones entre los 11.500 y los 12.000 millones, según fuentes conocedoras de la operación. Mientras, la más baja se sitúa en los 8.500 millones. En un principio los asesores trabajaban con una valoración de la petrolera de entre 10.000 y 15.000 millones.
Los principales bancos trabajan a pleno rendimiento para acometer una de las mayores salidas a Bolsa que ha visto el mercado español en la última década. El objetivo es debutar el jueves 18 de octubre, como publicó CincoDías el 20 de septiembre. Para llegar a tiempo, la CNMV debe dar el visto bueno a la operación en la primera semana de octubre. Lo previsible es que le dé luz verde el jueves 4 si los papeles están en regla.
Comandadas por Rothschild como asesor general, Bank of America Merrill Lynch, Citi, Santander y Morgan Stanley actúan como coordinadoras globales de la salida a Bolsa; Barclays, BNP Paribas, First Abu Dhabi Bank, Société Générale y UBS trabajan en un segundo escalón, y finalmente BBVA y CaixaBank completan el ejército de bancos en un tercer escalón. Allen & Overy y Clifford Chance se encargan de la parte legal. Todo este ejército de bancos cuenta ya con los informes de valoración y, junto a los asesores legales, ultiman el folleto, que enviarán a la CNMV previsiblemente a finales de esta semana.
Las tasaciones de los departamentos de Morgan Stanley y Santander se encuentran entre las más optimistas. En cualquier caso, la mayoría de los informes sitúa la valoración en la parte alta. Sin embargo, fuentes financieras que conocen las muestras de interés recibidas en las presentaciones (road show), advierten que el precio final se situará en el entorno de los 10.000 millones de euros, con el objetivo de dar un margen de revaloración a la petrolera.
La operación está ahora en el periodo denominado investor education. En él, se entablan contactos con los posibles inversores a los que entregan los informes de valoración. Fuentes financieras indican que el primer feedback de los grandes fondos de inversión es positivo. Añaden que la amplia presencia de comparables en las Bolsas europeas ayuda a determinar una valoración adecuada para Cepsa.
También apuntan a su mayor capacidad en cuanto a refino y comercialización, lo que reduce su exposición a los vaivenes en el precio del petróleo y reducen a los 30 dólares el punto más bajo del Brent a partir del cual Cepsa tendría problemas de rentabilidad. Esto contrasta de forma muy positiva con los 50 dólares que marca Repsol como umbral de rentabilidad. Este cerró ayer por encima de los 80 dólares.
Otro de los puntos que quedan por dilucidar es si la salida a Bolsa se producirá de forma paralela a una venta privada de parte del capital de la petrolera. Fuentes del mercado aseguran que el objetivo ahora mismo es dar acomodo a este comprador –que según todas las quinielas será el private equity Carlyle, si bien Macquaire, CVC, la petrolera Vitol o Blackstone aparecieron en diferentes momentos de la puja– en el propio folleto, lo que en la jerga se llama inversor ancla o anchor investor. La otra posibilidad es que compre directamente en la salida a Bolsa (cornerstone).
Fuente: El País