El papel todo lo aguanta, pero la realidad todo lo altera. Mapfre presentó hace tres años, en su junta general de accionistas, su plan estratégico para el periodo 2016-2018. El gran objetivo de este plan era obtener unos ingresos de 31.000 millones de euros en 2018, gracias a su apuesta internacional. Sin embargo, la facturación del grupo asegurador el año pasado fue de 26.590 millones de euros (menos incluso de lo que ingresaba en 2016).

“Han sido tiempos complicados, con muchos impactos sobre los ingresos que no podíamos esperar”, reconoce el presidente de Mapfre, Antonio Huertas, en la presentación anual de resultados. Entre los factores que más han afectado a las cuentas del grupo en estos tres últimos años figuran la depreciación de las divisas nacionales de la mayoría de los países donde operan, un aumento de los siniestros catastróficos superior al previsto y una política de bajos tipos de interés que se ha extendido más de lo esperado.

Mapfre no solo ha incumplido sus previsiones de ingresos. La entidad contaba con cerrar 2018 con un ratio combinado del 96% (una métrica para evaluar la eficiencia del negocio), pero la cifra final ha sido peor por las catástrofes naturales. También esperaba que la rentabilidad sobre activos propios (ROE, por sus siglas en inglés) terminara en el 11%, pero acabó el año pasado en el 6,4%. Además, preveía destinar entre el 50% y el 65% de sus beneficios a pagar a accionistas, pero el año pasado tuvo que emplear el 84% de las ganancias, por la caída del beneficio.

Los problemas que ha venido arrastrando la aseguradora se reflejan perfectamente en las cuentas de 2018. El grupo obtuvo un beneficio neto de 529 millones de euros (-24,5%) debido especialmente al efecto divisa y a un saneamiento extraordinario por la valoración de varias de sus filiales en el extranjero.

Baluarte español

  • Primas. El negocio de España registró un crecimiento del 10% en primas, hasta alcanzar los 7.524 millones de euros. Creció el negocio de seguros de vida (+20%), de coches (+2%) y de salud (+4%).
  • Coches asegurados. Mapfre alcanzó una cifra de 5,74 millones de vehículos asegurados, un 2,4% más que el año anterior.
  • Rentabilidad. La rentabildad sobre recursos propios del negocio en España fue en 2018 del 12,3%, la mayor de todas las grandes áreas de negocio del grupo.
  • Santander. Tras firmar un acuerdo para vender seguros de coche y pymes en las sucursales de Banco Santander, Mapfre cuenta con 14.000 puntos de venta (incluye también las oficias de Bankia).

“Hemos tenido que revisar a la baja las previsiones de beneficios futuros de nuestros negocios en Estados Unidos, Italia e Indonesia, lo que se ha traducido en un impacto de 129,7 millones, 21,6 millones y 22,2 millones, respectivamente; en total 173 millones de euros”, explica el director general corporativo de Mapfre, Fernando Mata.

En divisas, todas las monedas de los países donde Mapfre tiene filiales se depreciaron respecto al euro, con caídas del 3,5% del dólar, del 15,8% del real brasileño y del 25% de la lira turca. El efecto divisa restó 34 millones de euros al beneficio. El impacto en primas fue de 1.439 millones de euros.

Otro efecto negativo fue el de los bajos tipos de interés en Europa, que restó cerca de 30 millones de euros a los ingresos financieros.

Los eventos catastróficos, que fueron especialmente virulentos en 2017, bajaron algo su intensidad. El impacto fue de 108 millones en 2018, frente a los 184 millones del año anterior.

Los ingresos por primas cayeron en 2018 en todas las filiales (-13% en Brasil, -4% en Norteamérica…), salvo en España, donde subieron un 10%.

Fuente: Cinco Días