«Podríamos ir a nuevas movilizaciones. No descartamos nada, lo que no vamos a permitir es que Ryanair nos amenace e intimide tanto a nosotros como a las instituciones de este país», ha afirmado este mediodía Ernesto Iglesias, responsable de Vuelo del sindicato USO ante los mostradores de facturación de Ryanair en el aeropuerto de Madrid-Barajas. 

Otro de los representantes de los 1.800 tripulantes de cabina de pasajeros que han sido llamados a la huelga tanto hoy miércoles como mañana jueves, Antonio Escobar, miembro del sindicato Sitcpla, matizaba que «hay que ver el resultado de esta huelga antes de tomar decisiones, pero de momento ampliaremos la demanda contra la aerolínea en el juzgado 35 [del TSJM] de Madrid». 

Se denunciarán amenazas y coacciones de la mayor ‘low cost’ europea a una plantilla que ha sido mandatada a acudir a sus bases en plena huelga para cubrir guardias. La empresa también ha hablado de una posible reducción de producción y flota, que se traduciría en despidos, en aquellos mercados en los que sostiene conflictos con los trabajadores. 

«Si Michael O’Leary no es capaz de pilotar esta transición hacia la democracia en Ryanair quizás debería apartarse. Y si a la empresa no le interesa España ya vendrán otras muy gustosas, y con mejores condiciones laborales, a ocupar su lugar», ha declarado Iglesias. Su compañero del Sitcpla en las negociaciones, Escobar, ha invitado a Ryanair a tomar el camino de su mayor competidor en Europa, Easyjet, en cuanto a derechos laborales. 

Los dos principales motivos para el conflicto son la negativa de la empresa a hacer contrataciones bajo regulación española a un personal hasta ahora con contrato irlandés, y el rechazo a reconocer a los sindicatos como interlocutores, especialmente cuando estos ya tienen representación en otras aerolíneas. 

Tanto Iglesias como Escobar han asegurado carecer de noticias de la empresa respecto a un nuevo calendario de negociaciones y echan de menos la intervención de las autoridades europeas en defensa de los derechos laborales. Si el enfrentamiento se encona dirección y trabajadores se verán abocados a un arbitraje que podría ser dictado por el Gobierno. 

Los representantes de los tripulantes de cabina hablan de un intento de solución por parte de la Dirección General de Trabajo, ante la que ayer se celebró una reunión de 12 horas para intentar reconducir el conflicto, pero también son críticos ante la falta de comunicación por pate del Ministerio de Fomento antes de la fijación de los servicios mínimos. 

En el aeropuerto madrileño se han dado a lo largo de la mañana escenas de cierto nerviosismo ante el mostrador de reclamaciones de Ryanair, si bien impera la calma. La low cost canceló días atrás 400 vuelos en España previstos para las dos jornadas de huelga. La empresa afirmó ayer que los 100.000 afectados en este pais, Portugal, Bélgica e Italia, mercados en los que coinciden las movilizaciones, han sido ya recolocados o se les ha devuelto el importe de sus billetes. 

Sin embargo, esta mañana se están dando cancelaciones adicionales especialmente en Barcelona-El Prat y Baleares, donde fuentes sindicales hablan del incumplimiento de los servicios mínimos.

Fuente: Cinco Días