Neinor Homes sufrió en febrero un castigo en Bolsa tras anunciar una rebaja en las previsiones de entregas de viviendas que habían sido dadas a conocer a los inversores en su debut bursátil de 2017. Desde el mínimo de marzo, la acción se ha recuperado un 14%. Juan Velayos (Barcelona, 1973), consejero delegado de Neinor, explica las dificultades que las promotoras se encuentran ante la lentitud de la Administración en la gestión de licencias, la parálisis de los ayuntamientos a la hora de abordar nuevos planes urbanísticos y la falta de transparencia del proceso.

Esta promotora renació en 2015 cuando el fondo oportunista Lone Star la compró a Kutxabank. La firma estadounidense la llevó a Bolsa y en menos de un año vendió toda su participación. Actualmente, el principal accionista de Neinor es el fondo israelí Adar Capital Partners, con el 28,6% del capital. Es uno de los grandes protagonistas en el renacer de la construcción de viviendas junto a otras empresas como Aedas, Aelca, Metrovacesa o Vía Célere.

El mercado reaccionó con dureza a la revisión a la baja de entregas de viviendas. ¿Cómo lo han vivido?

Fuimos un poco ingenuos porque el mismo día que nos castigaban los inversores nosotros estábamos contentos con los resultados. Nuestro camino es a largo plazo y actualmente estamos muy enfocados en ejecutar. Ya tenemos viviendas por valor de 2.500 millones de euros en comercialización.

¿Cómo van los planes de construcción?

Estamos contentos con la ejecución. Entregaremos 1.000 viviendas en 2018 y otras 2.000 el año que viene. Ya tenemos solicitadas licencias para 4.900 viviendas.

¿Por qué redujeron previsiones de entregas de viviendas?

Fuimos transparentes. En algunos ayuntamientos estamos encontrando que las licencias para comenzar una promoción de viviendas tardan seis meses y en otros un año o más. Es una aberración. La gente tiene que entender que los precios de los pisos bajarán si la Administración pública cambia el chip para facilitar suelo. La generación de suelo lo hacemos infinitamente peor que en otros países, donde todo es más sencillo, más transparente y más ágil. La falta de generación de oferta es el mayor catalizador de la subida de precios que estamos viviendo.

¿Por qué no hay más suelo?

El problema es que no hay voluntad política de generar oferta en este país. No se crea oferta porque la normativa urbanística no es transparente y es subjetiva, es el semillero de la corrupción en los ayuntamientos por la subjetividad y la falta de transparencia. La normativa urbanística cae en la voluntad política de los responsables de las Administraciones. Además, tenemos 17 legislaciones, una por comunidad autónoma, que lo complica aún más. Y por último, queda al albur de los tribunales, cuando cualquier chantajista de este país puede paralizar un desarrollo urbanístico de cualquier ciudad.

Cualquier chantajista de este país puede paralizar un desarrollo urbanístico en cualquier ciudad

  ¿La subida de precios es culpa solo de la falta de oferta? Cualquiera puede entender que los promotores no tendrán interés en ningún caso en bajar precios.

A nosotros nos interesa un sector sano sin especulación. Parece que ningún político quiere entender que debe haber un crecimiento sano de las ciudades y facilitar la vivienda, un derecho protegido por la Constitución. Los políticos deben entender el porqué suben los precios. Si usted tarda 12 meses o más en otorgar una licencia ha de entender el valor del dinero en el tiempo. Si se apuesta por un proyecto sin una concreción temporal, el capital va a pedir un retorno superior. El precio actual de los pisos podría reducirse un 5% solo con bajar el tiempo de otorgar una licencia. Los inversores piden mucho retorno en España porque en este país este sector es impredecible.

¿Y eso es compartido por los políticos?

Lo que no puede ser es que haya responsables políticos que nieguen la ley de la oferta y la demanda. Hay que ser muy bruto para hacerlo. Si hay una sola parcela, el vendedor pone el precio que quiere y pensará que se va a poner las botas. Las Administraciones llevan mucho tiempo sin generar suelo, y es necesario crear esa oferta para que exista un sector sano.

¿Cómo se puede mejorar la tramitación urbanística?

Debería ser relativamente fácil simplificar la normativa urbanística. Lo primero es tener voluntad política. Esta premisa es evidente. Los políticos en los últimos años no han querido entrar en los desarrollos de suelo. Se debe fomentar la creación de viviendas para las familias españolas, no para especular. En muchas grandes ciudades no se urbaniza. Lo que no tiene sentido es dar el mensaje de que hacer casas va en beneficio de los promotores o de los bancos.

¿Es posible convencer a las diferentes Administraciones?

Debe haber un consenso de Estado, comunidades autónomas y partidos para regular el urbanismo en dos sentidos, la generación de suelo debe ser simple y objetiva. Es decir, en función de las necesidades de crecimiento de las ciudades, no como en el caso de Madrid, que se ha paralizado toda la estrategia de desarrollo de los barrios del sureste. Si existiesen aprobaciones más automáticas se podría normalizar la subida de precios por la falta de terrenos.

¿Por qué no se toman esas decisiones?

No entiendo que los políticos no tomen estas decisiones. Lo van a hacer cuando los ciudadanos les digan que paren ya la subida del precio de las viviendas.

Más información

Fuente: Cinco Días