Los ministros de Finanzas de la zona euro se vieron este lunes de nuevo las caras con el titular italiano de Hacienda, Giovanni Tria, después de que, en una decisión sin precedentes, la Comisión Europea decidiera devolverle las cuentas por incumplir con los compromisos adquiridos. Italia, cuya deuda supera el 130% del PIB, presentó un borrador de Presupuestos con un objetivo de déficit del 2,4% el PIB, en lugar del 0,8% que se fijó el anterior ejecutivo.

En un paso más en esa escalada, el vicepresidente del Gobierno italiano, Luigo Di Maio, aseguró en una entrevista en Financial Times que Italia trata de emular a los Estados Unidos. Es decir: más gasto, menos impuestos y, por lo tanto, más déficit. Tria, sin embargo, acudió con un perfil más conciliador. Según fuentes del Ejecutivo italiano, el ministro admitió la desviación de su déficit pero consideró que no desbordaba el Pacto de Estabilidad y Crecimiento y se comprometió a seguir dialogando para hallar una salida al conflicto entre Bruselas y Roma.

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La Comisión Europea ha decidido ir “paso a paso”, en palabras de Moscovici, e ir cumpliendo escrupulosamente con todos los pasos que prevé el procedimiento antes de entrar en una guerra con Italia. “Diálogo, diálogo, diálogo”, insistió Moscovici. “Espero que el Gobierno italiano vea la mano tendida de la Comisión y se pueda hallar una solución común en las próximas semanas”, urgió el ministro francés de Finanzas, Bruno Le Maire. Incluso su homólogo holandés y firme defensor de la disciplina fiscal, Wopke Hoekstra, se limitó a esa llamada a hablar. “Es un diálogo entre la Comisión e Italia. Le toca a Italia responder”, dijo.

«Diálogo abierto y constructivo»

Finalmente, los países del euro emitieron un comunicado en el que expresaron su apoyo a la Comisión, a la espera de un gesto de Italia que permita desencallar la situación. «Esperamos que Italia y la CE entablen un diálogo abierto y constructivo y que Italia coopere estrechamente con la Comisión en la preparación de un plan presupuestario revisado que esté en línea con el Pacto de Estabilidad y Crecimiento», acordaron los Diecinueve al final de la reunión informal.

Los países de la zona euro llevaron a Italia dos argumentos: su plan tiene todos los números de estrellarse con los mercados y, por lo tanto, quedarse en papel mojado. Y dos, en caso de que eso ocurra, no es un problema solo de Italia, sino de toda la zona euro. De cualquier modo, en ese «paso a paso» que expresó Moscovici se prevé un nuevo movimiento la semana que viene, cuando Italia responderá, según fuentes del gobierno de Giuseppe Conte, a la carta de la Comisión. Puede ser el paso previo a una conciliación o la puesta en marcha de un procedimiento inédito para el ejecutivo comunitario.

Fuente: El País