El sector financiero español vivió ayer un día de fiesta en Bolsa, tras el duelo de las últimas semanas. Los grandes bancos se anotaron ganancias en la sesión bursátil de ayer tras conocer el martes por la noche que el Tribunal Supremo decidía en una apretada votación, de 15 votos contra 13, que el principal impuesto sobre las hipotecas tenía que pagarlo el cliente y no las entidades. Con esta decisión, el alto tribunal alejaba el castigo de la posible retroactividad que podría haber desencadenado que las entidades abonaran el impuesto de actos jurídicos documentados de los últimos cuatro años, lo que hubiera supuesto un coste de entre 2.500 millones y 5.000 millones para los bancos. Y hubiera conducido al sector a otra batalla jurídica por considerar que no había suficientes argumentos jurídicos que justificasen que ellos tuvieran que pagar el impuesto hipotecario con carácter retroactivo.
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En ese escenario, los bancos tiraron del selectivo español, Ibex 35, que terminó la jornada sumando un 1,99%, hasta situarse en los 9.167,9 puntos. Y eso a pesar de que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, anunció a media sesión que el consejo de ministros aprobará un decreto este jueves para cambiar la ley y cargar a las entidades con el impuesto a partir de ahora. Aún así, Caixabank mejoró su valor en un 4,38% en una jornada positiva para los mercados. El Sabadell subió un 2,5%; Bankinter, un 2,42% y el Santander se anotó un 2,41% más. Bankia y BBVA también registraron importantes aumentos, aunque por debajo de la evolución del índice. La entidad presidida por José Ignacio Goirigolzarri subió un 1,79% y BBVA, un 1,73%. Con estas ganancias, los bancos españoles son los que más beneficios recogieron este miércoles en Europa. «Se ha hecho esperar la decisión del Supremo, pero ha servido para darle un buen empujón al selectivo español, que finaliza con su segunda mayor subida del año, un 1,99%», explica Victoria Torre, responsable de desarrollo de Self Bank
Con las ganancias cosechadas este miércoles, los bancos enjugan parte de las pérdidas acumuladas desde el pasado 18 de octubre cuando el Tribunal Supremo hizo pública la polémica sentencia que ha provocado todo el embrollo judicial. Las entidades financieras se dejaron cerca de 8.000 millones de su valor en Bolsa durante esos primeros días. Posteriormente, conforme se acercaba la fecha para la celebración del pleno de Supremo que iba a aclarar el impuesto, las entidades recuperaron algo de esas pérdidas.
La decisión final del pleno fue una de las opciones más favorables para la banca. Aunque el sector casi prefería que les cargaran el impuesto, pero sin aplicar el carácter retroactivo, porque se hubieran ahorrado el coste reputacional.
Fuente: El País