Las salidas a Bolsa han dado un giro de 180 grados en España en los últimos años. Lejos de las matildes que compraba José Luis López Vázquez en la década de los setenta, las salidas a Bolsa se han convertido en un producto de lujo solo al alcance de grandes inversores como los fondos o las sicav pueden acudir a ellas. El arranque del nuevo curso escolar abre una nueva ventana a empresas e inversores para este tipo de operaciones.
Entre las compañías españolas que aguardan su momento para acudir al mercado se encuentra Cepsa, que redebutará en octubre salvo que no se den las condiciones de mercado o que su accionista Mubadala decida lo contrario; un nutrido grupo de empresas relacionadas con el sector inmobiliario, entre las que están Vía Célere, Haya Real Estate o Testa; grupos textiles como Tendam y proyectos más recientes como Cox Energy o Cabify.
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Ecos del pasado
Solo seis de las 12 salidas a la Bolsa española desde inicios de 2016 suben respecto a sus precios de estreno (véase gráfico). Son Coca-Cola European Partners, Dominion, antigua filial de CIE, Gestamp, Unicaja MásMóvil y Borges, con revalorizaciones que llegan al 100% (véase gráfico). Aunque dos de las que mejor se comportan son estrenos muy peculiares. El productor y vendedor de frutos secos Borges pasó en julio del año pasado al mercado sénior, pero la empresa cotizaba desde 1987 en el segundo mercado de la Bolsa. MásMóvil, por su parte, estaba en el Mercado Alternativo Bursátil (MAB).
El mejorable comportamiento de los últimos estrenos pone en alerta a los inversores. “Las salidas a Bolsa de los últimos 18 meses no fueron todo lo bien que deberían haber ido para que otras empresas puedan o quieran seguir accediendo el mercado”, asegura Wenceslao Bunge, consejero delegado y director general de banca de inversión de Credit Suisse en Iberia. El directivo añade que Wall Street se ha llevado la inversión y que esto ha provocado que la previsión de PER (número de veces que el beneficio está incluido en el precio) sea tres puntos más alta en el mercado americano (16,9 veces frente a 14 veces), y que el S&P 500 suba en torno a un 8% en el año, frente a la caídas en Europa.
Cepsa: Con la fuerza del petróleo en máximos de casi cuatro años
Cepsa ha sido una compañía histórica de la Bolsa española. Comenzó a cotizar en 1929 hasta que en 2011 fue excluida por Mubadala, uno de los fondos soberanos de Abu Dabi. Ahora, la segunda petrolera española después de Repsol está en plena preparación para redebutar, previsiblemente en octubre, con entre el 30% y el 40% del capital. Su baza frente a Repsol siempre fue el refino, una división que actúa como contrapeso del área de producción. El precio del barril del oro negro no se transmite con igual intensidad ni con la misma rapidez al de los productos que se producen con él.
Con todo, la compañía que dirige Pedro Miró ha preparado el terreno para sacar partido del actual precio del petróleo, que ronda los 80 dólares el barril Brent, niveles que no se veían desde noviembre de 2014.
El año pasado, el beneficio bruto de explotación (ebitda) reportado por Cepsa del área de refino supuso el 44% del total, frente al 25,1% de exploración y producción. Pero las fuertes inversiones en esta última división, con unos 4.800 millones entre 2009 y 2017, comienzan a dar sus frutos; en el primer semestre de este año esta área aportó el 37,3% del beneficio neto, frente al 27,2% del refino. En el primer semestre del año, Cepsa invirtió más de 1.600 millones, la mayor parte para comprar el 20% de la concesión de dos campos petrolíferos en el mar (offshore, en la jerga) en Abu Dabi por 40 años.
También en los últimos años se ha esforzado en ser una compañía que saca partido de toda la cadena del petróleo. Sus segmentos son la exploración y producción (búsqueda y extracción de yacimientos), el refino (transformación del crudo en gasóleo, gasolina, lubricantes, queroseno y otros productos), la distribución (venta y comercialización), la petroquímica (transformación del petróleo en cosméticos, champús, detergentes productos farmacéuticos y otros), la venta de gas y electricidad y el trading (venta de los excedentes de fabricación).
Cepsa ganó 884 millones de euros el año pasado en términos ajustados (sin incluir resultados atípicos), un 60% más que en 2016, con una facturación de 20.817 millones, un 16% superior, y un ebitda que creció un 18%, hasta los 1.874. En el primer semestre de este ejercicio, su beneficio se redujo un 28%, a 335 millones de euros, debido a que la escalada del precio del crudo no se ha trasladado de forma equivalente a los productos finales, lo que ha dado lugar a una reducción de los márgenes de refino. Esto ha sido un freno para sus resultados, pero será también un escudo en caso de que la cotización del petróleo se estabilice o caiga, señalan los expertos. Cepsa ha sido muy generosa con sus accionistas –accionista, en singular, desde febrero de 2011– pese a las oscilaciones del petróleo, que tocó un mínimo por debajo de los 28 dólares el barril de Brent en enero de 2016, sus niveles más bajos desde noviembre de 2003. La petrolera ha entregado en dividendos entre el 55% y el 97% de sus beneficios desde el año 2009, y desde 2011 ha dado más de un euro por acción. Este importe supondría una rentabilidad por dividendo superior al 4% para una valoración de Cepsa de 10.000 millones de euros, la tasación mínima que barajan los bancos que coordinan la operación.
El gran asesor de la operación es Rothschild, con Allen & Overy y Cliford Chance en la parte legal y cuatro jefes de la salida a Bolsa: Bank of America Merrill Lynch, Santander, Citi y Morgan Stanley. También participan Barclays, BNP Paribas, First Abu Dhabi Bank, Société Générale, UBS, BBVA y CaixaBank. Los informes de valoración que han elaborado están prácticamente listos y fuentes financieras apuntan que los más generosos otorgarán a Cepsa una valoración en el entorno de los 15.000 millones.
Cuando Mubadala compró el 100% hace más de seis años la tasación fue de unos 7.500 millones. La compañía se propone ofrecer acciones a sus 8.500 empleados, una opción que no se empleaba desde la OPV de Aena en 2015.
Cortefiel: la ‘miniInditex’ ya es rentable y se prepara para 2019
Tendam, la antigua Cortefiel, fichó a comienzos de año a Nomura como asesor y a Credit Suisse y Morgan Stanley como coordinadores, con el objetivo de sondear un eventual reestreno en la Bolsa. Para ello, Jaume Miquel, consejero delegado de la compañía desde agosto de 2016, ha dado un giro de 180 grados a la empresa, que finalizó su último ejercicio fiscal el pasado 28 de febrero con un beneficio neto de 98,6 millones, después de registrar pérdidas de 24 millones en el año anterior y tras ejercicios de profunda reestructuración financiera, operativa y de marcas. Cortefiel abandonó la Bolsa española en 2006. Los fondos de capital riesgo CVC, PAI y Permira lanzaron una opa en 2005 por más de 1.400 millones y después la excluyeron. Este es el precio mínimo que quieren los accionistas. Pero para convencer a los inversores tendrán que exhibir la evolución de la futura temporada otoño-invierno, que arranca ahora. Así, la salida a Bolsa se realizaría a partir de mayo de 2019.
Haya Real Estate: el gestor de activos esperará al futuro de Sareb y BBVA
Haya Real Estate es una compañía peculiar. Creada en octubre de 2013 por la gestora de fondos de capital riesgo Cerberus, se ocupa del crédito promotor y de los activos inmobiliarios adjudicados de Bankia, Sareb, Cajamar, Liberbank, BBVA y otras entidades financieras valorados en 38.795 millones. Contrató a Rothschild como asesor, y a JP Morgan y a Citi, como coordinadores para salir a Bolsa. Pero la inestabilidad y factores internos harán que debute previsiblemente en 2019. La cartera que gestiona para Sareb, el denominado banco malo con capital público (el FROB tiene el 46%), agrupa activos tóxicos de la banca que suman unos 24.000 millones de euros, más de la mitad de los que tiene Haya. Y este contrato clave vence a finales de 2019. También está pendiente el cierre de la operación de BBVA con Cerberus, firmada en 2017. Haya está bien posicionada para hacerse con la gestión de activos por entre 11.000 y 13.000 millones de la sociedad común de su accionista con el banco.
AmRest: la Tagliatella tiene todo listo para el mercado español
AmRest, propietaria de la cadena de restaurantes La Tagliatella, está decidida a cotizar en la Bolsa española; y si nada lo impide, lo hará este otoño. El grupo de restauración ha comprado recientemente Sushi Shop, el negocio de Telepizza en Polonia y participó en la puja por Goiko Grill. El grupo está controlado por Finaccess, la firma mexicana controlada por Carlos Fernández González, uno de los antiguos propietarios de la cervecera Modelo, vendida a AB InBev en 2012 y con marcas como Corona, Modelo o Pacífico. El inversor mexicano tiene más del 56% del grupo, que cotiza en Varsovia desde abril de 2005 y ahora cuenta con una capitalización de más de 8.600 millones de zloty (unos 2.000 millones de euros). El estreno en la Bolsa española será compatible con la permanencia en el mercado polaco. El debut será a través de un listing, en el que no hay colocación expresa de acciones, ni nuevas ni antiguas.
Caser: una ventana de liquidez para Bankia y CaixaBank
La aseguradora analiza la opción de acudir al mercado para dar una ventana de liquidez a dos de sus actuales accionistas, Bankia y CaixaBank, que controlan un 15% y un 11,5% de su capital, respectivamente, heredados de la transformación de las cajas de ahorros. Por el momento, esta decisión no ha pasado por el consejo de Caser ni se ha dado el paso de contratar a asesores para una potencial operación pero fuentes conocedoras de la situación destacan que la salida a Bolsa sería la solución óptima, toda vez que se logre el visto bueno de la aseguradora francesa Covéa, que ostenta un 20% y que cuenta con capacidad de veto.
De llegar a producirse la operación, Caser se convertiría en la tercera aseguradora española cotizada, tras Mapfre y Catalana Occidente. En su contra, juega la caída de su beneficio. A favor, que los bancos de su accionariado se ven penalizados sobre las ratios de solvencia por tener participaciones de otras entidades financieras.
Cox Energy: sacar partido al nuevo filón de las renovables
En un año en el que el Ibex retrocede más de un 8%, empresas renovables como Audax y Solaria despuntan en Bolsa con respectivas subidas de más del 300% y del 200% al calor de su fuerte volatilidad –pertenecen a los llamados valores chicharros– y de los posibles movimientos corporativos. Este es el contexto en el que Cox Energy ha contratado a Deutsche Bank, Uría y Linklaters como asesores ante una eventual salida a Bolsa.
Cox Energy carece por ahora de parques operativos, pero se espera que estén listo para dentro de dos años. Si bien, este ejercicio ha firmado con Audax un contrato para el suministro de energía fotovoltaica equivalente al consumo de 400.000 hogares, para el que ha comprometido una inversión de 400 millones de euros. Con su estreno bursátil aspiraría a alcanzar una valoración de 500 millones y lograría financiación para proyectos en marcha. Si bien, su fundador, Enrique Riquelme, no descarta obtener el dinero a través de otros medios.
Testa: la socimi que ansía emular a MásMóvil y saltar del MAB
Testa se vio forzada a debutar en el Mercado Alternativo Bursátil (MAB) en julio para no perder su condición de socimi y perder las ventajas fiscales que ello entraña. Una decisión que ha congelado, por ahora, los planes de desinversión de sus actuales accionistas: Santander, BBVA, Merlin y Acciona, que aspiran a hacer caja en la socimi dedicada al negocio de vivienda en alquiler.
La socimi, que tiene una valoración de unos 1.900 millones de euros, preveía salir a Bolsa y colocar un 50% de su capital en el mercado. Una operación que se frustró tras la paralización del debut de Azora, justificado por la opa de Blackstone sobre Hispania, y por las condiciones del mercado –con la crisis de Italia y la guerra comercial en el punto de mira– y que empañó un eventual gran estreno para el que ahora deberán esperar a que se den las condiciones óptimas. Así ocurrió con el reestreno de MasMóvil, la única empresa que ha dado el salto del MAB al mercado grande.
Cabify: la firma espera a que se arregle el conflicto con el taxi
La plataforma española de alquiler de vehículos con conductor (VTC) Cabify confirmó esta semana que planea salir a Bolsa en los próximos 18 meses. Fuentes financieras señalan que es perfectamente posible, aunque matizan que primero debe aclararse la normativa de los VTC y los taxis. La valoración de la compañía asciende a unos 1.000 millones dólares (unos 860 millones de euros), según fuentes financieras.
Rakuten, el gigante japonés del comercio electrónico, es uno de sus accionistas, junto con sus fundadores, el fondo Seaya Ventures y la firma estadounidense AngelList. En España, Cabify opera en Barcelona, Madrid, Málaga, Sevilla, Alicante y Valencia, pero también da servicio en ciudades de Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, México, Panamá, Perú, Portugal y República Dominicana. Y prevé seguir ampliando sus servicios. En 2017, la empresa facturó 72 millones de euros, un 300%, más que el año anterior, si bien perdió 3,7 millones.
Fuente: El País