Nuestros ojos están mirando pantallas casi la mitad del tiempo. Toda una transición al cyborg contemporáneo donde la industria pretende que la imagen digital contemplada a través de pantallas sea igual —o mejor— que la propia realidad analógica. Para ello sacan un nuevo conejo de la chistera, el 8K, la hiperresolución que amenaza con ser nuevo estándar de imagen. Pero aún no hay suficiente contenido para tanta nitidez.

  • Cuatro veces mejor

SAMSUNG Q90R 8K. El gran titular de la resolución 8K es que es cuatro veces superior a su estándar anterior, la resolución 4K y hasta 16 veces mejor que el ya arcaico Full HD. Desde Samsung presumen de este modelo de televisor 8K con 33 millones de píxeles, capaz de entregar un nivel de realismo sin precedentes que hace al espectador sentirse inmerso en cada escena, con un nivel de detalle y una calidad de imagen ultrarrealistas. Así parece ser el 8K, mejor que la realidad misma. Ahora solo falta que bajen los precios.

  • El arma secreta

SONY MASTER SERIES ZG9. Aunque la emisión en 4K estándar a través de TDT no deja mucho espacio a las bondades de la resolución en 8K, todas las marcas están preparadas con modelos dotados de esta tecnología. Sony ya ha introducido en Japón su modelo en 8K que llegará a Europa via Italia el próximo año. Con un precio de 16.999 euros y un tamaño de hasta 98 pulgadas (248 centímetros), esta televisión destaca por su procesador de imágenes dedicado que mejora la experiencia de la resolución 8K y la tecnología de sonido avanzada con el sistema Acoustic Multi-Audio.

  •  Captar antes de emitir

SONY F65. Para que los contenidos en 8K sean una realidad primero hay que fi lmarlos en alta resolución. Ahí entran en juego las cámaras de cine profesionales como la F65 de Sony, un dispositivo de alta tecnología en 8K que eleva la cinematografía digital a nuevas cotas. La cámara ha sido desarrollada para la grabación de imágenes en movimiento y la producción televisiva, capturando imágenes superiores en las que destacan unos colores, una profundidad y un nivel de detalle sin parangón, gracias a su resolución de 20 megapíxeles. La textura de la tele del futuro comienza en esta cámara.

  • El robot que aprende

LG OLED 8K. Dicen en LG que su nueva televisión 8K es la mejor del mundo y que viene a ser “el cerebro de tu hogar conectado”. Esta generación de televisores recurre al deep learning para optimizar la imagen, con lo que la efi ciencia mejora con el propio uso. Dotadas de sonido envolvente Full 360º y hasta 77 pulgadas de resolución (toda una hazaña en los microhogares de la contemporaneidad digital), su resolución, brillo y adaptación lumínica son una proeza. La realidad se ve mejor en esta caja de luz.

  • El superojo barcelonés

FRAN 8K. La empresa catalana de software Cinemartin, dedicada a la venta de monitores lowcost para cine, dio el paso a la fabricación de una cámara de cine de altísima resolución. Su Fran 8K, dotada con resolución 8K y sensor Full HD, fabricada en carbono y capaz de alojar 47 millones de píxeles, salió al mercado hace unos meses y causó bastante revuelo en internet. Sin embargo, su elevado precio y algunos defectos de funcionamiento han comprometído su futuro, hasta el punto de provocar el colapso de la compañía.

  • El pionero

SHARP AQUOS 8K LV-70X500E. Con 70 pulgadas de resolución y más de 33 millones de píxeles (7680×4320), el televisor 8K de Sharp ha sido el pionero de la nueva resolución de la modernidad en Europa. Con un precio elevado, 11.199 euros, y unas capacidades futuristas, como el equilibrio lumínico automático de cada una de las 216 áreas que componen el televisor, la gran falla, como en toda tecnología pionera son los contenidos y acceso a los servicios. De nuevo, el problema es la falta de contenidos en 8K para gozar de todas las capacidades de este televisor.

  • Una granja de píxeles

SHARP 8K. Presentada en la pasada edición del CES de Las Vegas como un prototipo, esta cámara todavía es un secreto oficial, pero el review de Dave Altizer de Kinotika en YouTube ha terminado con todas las especulaciones. Incorpora sensor micro cuatro tercios y al menos 33 megapíxeles. Musculada para grabación en resolución 8K, será la primera compacta del mundo con una resolución de vídeo tan descomunal. Con ella llegará el 8K para el pueblo.

El nuevo viejo estándar

En diciembre de 2018 comenzaba el 8K, un formato de alta calidad de emisión digital con una resolución total de 33 millones de píxeles. Esta tecnología multiplica por cuatro la resolución del 4K y por 16 la de los televisores Full HD. Una nitidez que, prometen, revolucionará la manera en que nos enfrentamos a las pantallas a las que dedicamos una alienante cantidad de horas al día. Mientras los dispositivos de 8K se van introduciendo lentamente, los contenidos en 8K no siguen un desarrollo paralelo y, por ahora, apenas hay unos cientos de canales en ese formato en todo el mundo. En España, Orange y Vodafone ofrecen algunos, amén de la versión experimental de You- Tube. Amazon y HBO, liderados por Netfl ix, ofrecen contenidos en 4K y se subirán progresivamente a este nuevo mantra de nombre extraño, eso sí, cobrando el doble. Los precios de los televisores para early adopters cuestan mucho más del doble y cargan con todos los ceros de la innovación para desarrollar estos píxeles hipermusculados. De momento, lo que ha conseguido el 8K es estandarizar el 4K como alta defi nición y convertir millones de televisores Full HD en basura electrónica.

Fuente: El País