El motor sigue tirando, pero resiste a duras penas. La zona euro volvió a expandirse en el tercer trimestre del año un 0,2%, según la oficina estadística Eurostat. El avance es idéntico al del periodo de antre abril y julio, pero la mitad del que venían experimentando los países de la moneda única a comienzos de año y con una inflación menguante del 0,7%. Con España y Francia creciendo por encima de la media, queda todavía despejar la incógnita de si Alemania se adentró en una recesión técnica y si Italia ha podido recobrar el pulso. En el conjunto de la UE, el Producto Interior Bruto creció un 0,3%.

El dato publicado por Eurostat es algo mejor de lo previsto por los analistas, que preveían un tímido avance del 0,1% en la zona euro a pesar del rebote de agosto en la producción industrial alemana en agosto. El termómetro que usa la Comisión Europea para medir el sentimiento económico en la zona euro sigue hundiéndose en los sectores de la construcción, los servicios y el comercio. En especial en España, pero también en Alemania y Francia.

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Sin embargo, España (+0,4%) y Francia (+0,3%) siguen siendo los dos grandes países de la zona euro que mejor trayectoria mantienen. El gasto de las Administraciones públicas explica parte de ese avance, sobre todo en el caso francés. Las medidas adoptadas por París para hacer frente a la crisis de los chalecos amarillos están logrando apuntalar la demanda interna, que fue el principal motor de la expansión del Producto Interior Bruto (PIB) en el tercer trimestre.

En un contexto de guerras comerciales y de imposición de nuevos aranceles por parte de la Administración de Donald Trump, la futura presidenta del Banco Central Europea (BCE), Christine Lagarde, volvió a llamar el miércoles a los países con mayores superávits (Alemania y Holanda) a invertir para mantener vivo el crecimiento. Ese mismo mensaje lleva meses trasladando la Comisión Europea a los países: los que pueden, deben gastar, mientras que los más endeudados deben serguir saneando sus finanzas. Sin embargo, un informe del Consejo Fiscal Europeo de esta semana concluye que, hasta la fecha, ocurre todo lo contrario.

La apatía de la economía de la zona euro se constata también en el débil dato de inflación con el que cerró el mes de octubre. La tasa se situó en el 0,7% en el conjunto de los países de la moneda única, una décima menos que el mes anterior, sobre todo por la caída de los precios de la energía. En términos interanuales, el crecimiento del PIB fue del 1,1% en la zona euro y del 1,4% en el conjunto de la UE.

Fuente: El País