El presidente del Consejo europeo, Donald Tusk, el primer ministro chino, Li Keqiang, y el presidente de la Comisión Europea,Jean-Claude Juncker, aplauden el intercambio de documentos tras la Cumbre bilateral entre la UE y China. rn El presidente del Consejo europeo, Donald Tusk, el primer ministro chino, Li Keqiang, y el presidente de la Comisión Europea,Jean-Claude Juncker, aplauden el intercambio de documentos tras la Cumbre bilateral entre la UE y China.Getty Images

La Unión Europea y China están dispuestas a doblar su apuesta contra los nuevos vientos proteccionistas que vienen de Estados Unidos. Prueba de ello es la cumbre bilateral celebrada este lunes en Pekín. China y la UE han escenificado su apuesta conjunta por el rechazo de las guerras comerciales. Y han lanzado un mensaje potente para una reforma pactada de la Organización Mundial de Comercio (OMC) que evite un caos en el sistema político y económico internacional.

La vigésima cumbre de líderes de Pekín y Bruselas ha mostrado, más allá de las habituales diferencias sobre inversiones y acceso a mercados, el objetivo común de buscar soluciones negociadas frente a la imposición unilateral de aranceles del presidente estadounidense, Donald Trump. El presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, ha definido el punto de vista europeo con un llamamiento a Trump y al presidente ruso, Vladímir Putin (que se han reunido este lunes en Helsinki) para que no promuevan guerras, ni comerciales ni bélicas, y en su lugar acepten el retorno a un orden internacional pactado. La arquitectura internacional está cambiando ante nuestros propios ojos. Y es nuestra responsabilidad común que el cambio sea para mejor”, ha afirmado el líder europeo en conferencia de prensa conjunta, informa Efe.

“Es una tarea común para Europa, China, EEUU y Rusia no destruir este orden sino mejorarlo. No comenzar guerras comerciales, que tan a menudo en nuestra historia derivaron en conflictos violentos”, ha añadido. En este sentido, la UE y China han acordado crear un grupo de trabajo común para discutir la reforma de la OMC. Tusk pidió a Trump y Putin que se sumen a esta iniciativa para lanzar un proceso conjunto, porque “aún es posible prevenir el conflicto y el caos”.
También ha subrayado que los líderes mundiales están ante un dilema: jugar “duro” en cuestiones como aranceles comerciales o conflictos como los de Ucrania y Siria o “buscar soluciones comunes basadas en normas justas”.

El primer ministro chino, Li Keqiang, ha coincidido con esta petición y recalcado el compromiso de “mejorar la gobernanza del sistema internacional, incluyendo la OMC”. “Es importante que China y la UE defiendan el multilateralismo y promuevan la construcción de un mundo multipolar y una mayor democracia en las relaciones internacionales”, ha dicho Li.

Antes de esta cumbre, el bloque europeo había rechazado una propuesta de Pekín para formar un bloque contra los aranceles estadounidenses que ambos han sufrido, ya que Bruselas ha mantenido que no va a tomar partido en la guerra comercial entre EE UU y China.

Ante las dos rondas de aranceles de EEUU a las importaciones chinas, Pekín ha mostrado este lunes un lado más flexible con la UE, en un intento de mostrar a Washington que se pueden obtener concesiones por la vía negociadora.

Así, el gigante asiático ha prometido que continuará el proceso de apertura de su economía a inversiones y exportaciones europeas. “China aumentará de forma significativa y reducirá los aranceles” a los productos necesarios a sus consumidores y sus empresas, ha asegurado Li, quien insistió a los periodistas en que Pekín busca un comercio “más equilibrado” con Europa.

El primer ministro ha dicho que esta mayor apertura beneficia ya o lo hará en un futuro próximo a sectores como agricultura, farmacia o automóvil. Además, Pekín y Bruselas han intercambiado nuevas ofertas en las negociaciones para un tratado bilateral de inversiones que mantienen desde hace cuatro años y que han entrado en una “nueva fase”, en palabras de Li Keqiang.

El presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, consideró que la cumbre ha logrado buenos progresos en esta cuestión y subrayó el convencimiento europeo de que el gigante asiático debe mejorar aún más las oportunidades que ofrece a las firmas extranjeras.
“Pensamos que China se puede abrir aún más”, ha afirmado Juncker tras la reunión en el Gran Palacio del Pueblo. Las dos partes han destacado la buena marcha de las negociaciones para un acuerdo sobre indicaciones geográficas de productos agropecuarios, que esperan concluir para octubre.

Más aún, Pekín y Bruselas podrían anunciar pronto el inicio de un estudio para un posible acuerdo de libre comercio, lo que daría un mensaje “positivo” a nivel internacional, ha indicado Li.
El clima positivo que dominó ayer esta cumbre de líderes europeos y chinos permitió acordar una declaración conjunta, un documento de doce páginas que repasa la relación bilateral, algo que no pudo lograrse en los dos años anteriores, informa Efe.

Reclamación ante la OMC
Mientras tanto, el Ministerio de Comercio de China registró este lunes una demanda ante la OMC en relación con la propuesta de EEUU de aplicar unilateralmente un arancel del 10% a una lista de productos chinos por valor de 200.000 millones de dólares (170.878 millones de euros). .

La semana pasada EEUU anunció su intención de fijar aranceles sobre importaciones procedentes de China por valor de 200.000 millones de dólares, después de que no hayan fructificado los esfuerzos de ambos países para negociar una solución a la disputa comercial.

El representante comercial de EEUU, Robert Lighthizer, ha anunciado que el país impondrá aranceles del 10% sobre las importaciones chinas, después de que el presidente estadounidense, Donald Trump, asegurase anteriormente que EEUU podría imponer aranceles por más de 500.000 millones de dólares a productos chinos.

Por otro lado, el Gobierno chino anunció que el PIB del país subió un 6,7% en el segundo trimestre de 2018, una décima menos que en el primer trimestre y sin el impacto todavía de la guerra comercial abierta con EEUU, que según las autoridades podría empezar a dejarse ver en la segunda mitad del año. Estos datos onfirmaron la ralentización de la economía china ya prevista por los analistas, aunque por encima de la previsión de en torno al 6,5% fijado por el Gobierno para este año.

Fuente: Cinco Días