El expresidente de la Comisión Europea, Joaquín Almunia, tomará las riendas de la evaluación independiente que evaluará el programa de rescate financiero a Grecia, que concluyó el año pasado. Según informó el Mecanismo Europeo de Estabilidad (Mede), su nombramiento se produjo tras la propuesta del presidente del Eurogrupo, el ministro portugués de Finanzas Mário Centeno en coordinación con el director gerente del Mede, Klaus Regling. Almunia deberá presentar un informe en junio de 2020 para valorar “la relevancia, la eficacia y la cooperación y coordinación” con la que se ejecutó el rescate.

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La asistencia a Grecia ya fue objeto de una primera evaluación de 2017, dentro de un examen más global que incluía también a Irlanda, Portugal, España y Chipre. Sin embargo, se determinó que debía volver a supervisarse el funcionamiento del mecanismo una vez acabara el programa griego. La valoración tiene como fin volver a poner la lupa en cómo se desarrolló el rescate de Grecia, que recuperó el verano pasado su soberanía económica y fiscal tras ocho años de rescates y con la losa de una deuda superior al 180% de su Producto Interior Bruto (PIB). La deuda sigue por encima de ese nivel, pero el país, según las previsiones de la Comisión Europea, debía cerrar el año 2019 con un superávit fiscal del 4%. Además, el ejecutivo comunitario prevé que crezca por encima del conjunto de la zona euro este año (2,2%) y el que viene (2,3%).

A Almunia le tocará juzgar sus resultados. Para ello, contará con el apoyo de un equipo del Mede y un equipo de expertos externos a la institución que tienen ya experiencia en este tipo de evaluaciones en otros organismos internacionales. Almunia formulará ahora una propuesta que será sometida a la aprobación de los gobernadores del Mede el 13 de junio de 2019. A partir de entonces, llevará a cabo los trabajos de evaluación para presentarlos en junio de 2020 en el mismo foro.

Crítico con Grecia y con la UE

Grecia recibió, en tres tandas, un total de 289.000 millones de dólares a cambio de realizar reformas en su sistema laboral, tributario, de pensiones, seguridad social y en la Administración. Además, el país ejecutó recortes, privatizaciones y el saneamiento de sus bancos. En ese momento, Almunia era vicepresidente de la Comisión Europea y encargado de Competencia. Anteriormente, entre 2004 y 2010, había sido comisario de Asuntos Económicos y Monetarios. Antes de sus cargos en Bruselas, fue ministro de Trabajo y Seguridad Social en los ejecutivos de Felipe González y secretario general del PSOE.

Durante la época del rescate, Almunia fue crítico con el Pasok y Nueva Democracia, quienes, en un artículo en EL PAÍS, recordó que «escondieron bajo unas estadísticas indignas de tal nombre» el agujero creciente de las finanzas públicas y de la balanza por cuenta corriente y, posteriormente, llevaron a cabo una mala gestión de los recursos públicos de la Administración. Sin embargo, Almunia también fue crítico con la troika y, en especial, con los miembros de la eurozona. En su época de comisario alertó de que el riesgo de contagio crecía cuanto más «lenta» e «ineficaz» era Europa en la toma de decisiones. Pero también consideró que las medidas que se exigían al país para sanear sus cuentas debían de ser escalonadas y tener en cuenta el efecto sobre los ciudadanos más desfavorecidos.

Esta misma semana, la UE ya eligió a otro español, al ex secretario de Estado de Economía José Manuel Campa, para presidir la Autoridad Bancaria  Europea (EBA, en sus siglas en inglés). Campa tomará el relevo al italiano Andrea Enria. Con el nombramiento, España ganó peso internacional. En especial en el terreno financiero, después de que Luis de Guindos haya pasado a ocupar la vicepresidencia del Banco Central Europeo.

Fuente: El País