Hace diez años no había promotor inmobiliario, comerciante o empresario en Nueva York que no pidiera al alcalde Michael Bloomberg la cabeza de su Comisionada de Transporte, Janette Sadik-Khan. En su afán por mejorar la movilidad en Manhattan —todavía hoy, cuestión peliaguda—, Sadik-Khan propuso y materializó un plan que contemplaba la peatonalización de algunas calles céntricas como la zona de Times Square y la conversión de 60 espacios abiertos al tráfico en plazas. También implementó el mayor sistema del mundo de bicicletas compartidas, a la vez que hizo construir 650 kilómetros de carril bici.

La movilidad mejoró en la ciudad un 4% después de cerrar Broadway (que atraviesa Times Square) a los automóviles. En términos de seguridad, el índice de heridos por accidentes de tráfico bajó en un 63%, y el número de peatones involucrados en accidentes disminuyó en un 35%. Paralelamente, en la Novena Avenida, con la introducción de los carriles para bicicletas, las ventas minoristas crecieron en un 49%.

Sadik-Khan es la cabeza de cartel del Smart City Expo World Congress 2019, que llega a Barcelona del 19 al 21 de noviembre, como punto de encuentro de actores públicos y privados —industrias tecnológicas, responsables políticos, líderes académicos y de pensamiento, centros de investigación y emprendedores— interesados en promover una revolución urbana inteligente y sostenible. “Llevábamos varios años tras ella”, reconoce, satisfecho, el director del evento, Ugo Valenti, sobre la presencia de Khan en el salón.

Ocurre que no es habitual que el cartel de ponentes de una feria de negocios que mezcla lo humanístico, lo científico y lo tecnológico lo encabecen cuatro mujeres y un hombre. En esta edición del Smart City Expo World Congress, junto a la urbanista californiana, brillan los nombres de Shira Rubinoff, experta en ciberseguridad y miembro de los consejos del Foro de Mujeres Ejecutivas para la Seguridad de la Información y Mujeres Líderes en Tecnología; Laura Tenenbaum, divulgadora científica que en los últimos años ha trabajado como editora del sitio web sobre cambio climático de la NASA, y de la arquitecta Benedetta Tagliabue, galardonada con el RIBA Jencks Award en 2013. Junto a ellas, destaca la presencia de Roland Busch, consejero delegado adjunto de Siemens.

“No es casualidad”, apunta Valenti. “Para nosotros era importante acercarnos a la paridad de género en lo que controlamos, que son los ponentes. Las ciudades inteligentes van más allá de la tecnología. Se basan en la sostenibilidad, la igualdad, la diversidad y la inclusión”, añade el director del certamen.

“Las ciudades deben encabezar los esfuerzos para poner la tecnología y los datos al servicio de los ciudadanos para abordar los grandes desafíos sociales y ambientales, como el feminismo, el acceso a la vivienda, el cambio climático y la transición energética”, señaló la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, en la última cumbre del G20.

Cinco ejes

El Smart City Expo World Congress desarrollará un denso programa en torno a cinco ejes principales para definir los grandes retos a los que se enfrentan las ciudades en los próximos años: la transformación digital, el medio ambiente urbano, la movilidad, la gobernanza y las finanzas, y los modelos de ciudades inclusivas y compartidas.

Expertos de todo el mundo debatirán sobre la llamada Cuarta Revolución Industrial y sobre cómo conseguir ciudades más verdes y respetuosas con el medio ambiente y con sus ciudadanos gracias a tecnologías como la inteligencia artificial, el blockchain, los automóviles autónomos u otras nuevas propuestas de movilidad (micromovilidad, movilidad compartida, movilidad como servicios, etcétera). Todo ello en un entorno en el que cambiarán las formas de educación y trabajo, con, probablemente, menos necesidad de mano de obra, y bajo nuevos modelos de economía circular, que fomenten la reutilización continua de materiales para minimizar el desperdicio y la demanda de consumo adicional de recursos naturales. El lema del certamen este año es Una ciudad hecha de sueños. El interés en la cuestión es evidente; la feria crece con el tiempo y supera las 700 ciudades participantes, así como los 1.000 expositores (200 más que en la pasada edición). Además, se espera que el salón supere los 25.000 visitantes.

“Contamos con una mezcla curiosa de expositores públicos y privados. Con representantes de los gobiernos de países, ciudades y también de grandes corporaciones como Huawei, Cisco, Microsoft o Ferrovial”, cuenta Ugo Valentí.

Destaca la presencia de empresas chinas —un 10% de los expositores—, que trabajan con métodos “muy avanzados de gestión de big data e inteligencia artificial”. “Con proyectos piloto de predicción muy innovadores”, añade el director del evento, “por ejemplo, con su metodología, la decisión de si hay que unir o no el tranvía de Barcelona por la Diagonal, más allá del cálculo económico, podría pasar de ser una decisión política a una decisión analítica”.

Si entre los visitantes un 60% llega de fuera de España, entre los expositores hay un 81% de empresas e instituciones internacionales. Un caso curioso es el de los países nórdicos, que llegan al evento de la mano. “Dinamarca, Noruega y Finlandia traen conjuntamente a ciudades y empresas que les dan servicios. Una muestra de la idiosincrasia de estos países, que no solo creen en la colaboración entre empresa pública y privada, sino de las alianzas entre ellos”, conviene Valentí.

A nivel temático, el apartado de movilidad ocupará la zona expositiva más importante. Según el informe Smart City Market to 2025–Global Analysis and Forecast by Industry Verticals, de The Insight Partners, el mercado relacionado con las smart cities moverá más de 3.65 billones de dólares en 2025, casi cinco veces más que en 2017. Los sectores involucrados forman un amplio abanico.

Fuente: El País