Para la tranquilidad del presidente Donald Trump, la Reserva Federal (Fed) anunció este miércoles que mantiene la tasa de interés en un rango de entre el 1,75% y el 2% tras el incremento acordado en junio, el segundo del año. La reunión de dos días del Comité Federal de Mercado Abierto en Washington no trajo sorpresas para los economistas, que no preveían cambios. Sin embargo, existía una mayor expectación después de que el mandatario estadounidense criticara la labor del banco central en dos ocasiones el mes pasado argumentando que los incrementos de los tipos socavan la economía y «hieren todo lo que hemos hecho».

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La decisión de mantener los tipos de interés responde a “las fuertes condiciones del mercado laboral”, con un desempleo de 4,1%, y una inflación cercana al objetivo del 2% en el mediano plazo, según el comunicado emitido por el banco central. La previsión de que el presidente de la Fed, Jerome H. Powell, anuncie en septiembre un aumento de la tasa de interés es un voto de confianza a la gestión económica de la Administración de Trump. Además de las positivas cifras de empleo, el viernes se publicó un crecimiento del PIB del 4,1% en el segundo trimestre, el mayor en cuatro años. «Con un mercado laboral fuerte, una inflación cercana a nuestro objetivo y los riesgos más o menos equilibrados, la Fed cree que la mejor manera de avanzar, por ahora, es seguir elevando gradualmente los tipos», sostuvo Powell en el Congreso hace dos semanas.

Pero Trump no está contento. “No me gusta todo este trabajo que estamos haciendo en la economía y después ver cómo los tipos están subiendo”, confesó hace 10 días en una entrevista a la CNBC, poniendo en entredicho la independencia de la Fed. «Ajustar ahora perjudica todo lo que hemos hecho», tuiteó el presidente el pasado viernes, reiterando una práctica totalmente inusual en la Casa Blanca: criticar las decisiones del banco central. El secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, salió a calmar los ánimos aclarando que el gobierno apoya por completo la independencia del organismo.

En septiembre, cuando está previsto un nuevo reajuste, Powell dará una comparecencia en la que se referirá a la actualización de los datos macroeconómicos y la evolución de las tasas. Los mercados estarán atentos a si la Fed continúa con su plan de reajuste progresivo al alza o redibuja la ruta en vista de la guerra comercial que sostiene Estados Unidos con China o de las amenazas de una ralentización del crecimiento económico por una mayor inflación, que en junio subió 2,9% con respecto al año anterior, la cifra más alta en los últimos seis años. La Fed sostuvo en su comunicado que «los indicadores de expectativas de inflación a más largo plazo han cambiado poco, en general”, y sostuvo que la próxima decisión tomará en cuenta “las lecturas sobre los acontecimientos financieros e internacionales”.

Fuente: El País