Los nuevos dueños de Toys ‘R’ Us, el fondo portugués Green Swan (60%) y la cúpula directiva de la antigua filial ibérica (40%), tienen planes para la cadena juguetera: tiendas en el centro de las ciudades, potenciar la venta online, reforma de los locales, etc. Pero para llegar a diseñar esos planes, han tenido que vivir un “infierno”. Así calificó este jueves Paulo Andrez, representante del fondo luso, el proceso de negociación con los hedge funds (fondos buitre) dueños de la matriz estadounidense, que tenían intención de liquidar la filial ibérica. Contra esas intenciones se “rebeló” el equipo directivo de Toys ‘R’ Us Iberia, que mantuvo la filial en marcha, con algunas tretas legales incluidas, hasta encontrar un inversor que asegurase el futuro de la empresa, según relataron este jueves en un encuentro con periodistas.

“Es como una película de Hollywood”, comenzó Jean Charretteur, para relatar el “tumultuoso” proceso de “rebelión” contra los fondos buitre que se habían hecho con la compañía matriz estadounidense en 2005 al absorber una deuda de unos 5.000 millones de dólares (4.284 millones de euros). Incapaz de adaptarse a las nuevas necesidades de los consumidores, la situación de la empresa fue degradándose aún más hasta que en septiembre de 2017 la empresa entró en concurso de acreedores. El concurso fracasó y los fondos decidieron la liquidación en EE UU, Canadá y Reino Unido, que se anunció el pasado marzo. “800 tiendas cerradas y 30.000 empleados a la calle”, relató Charretteur.

“Pero en España y Portugal, contra las decisiones e instrucciones de [la matriz en] EE UU, decidimos salvar la empresa”, contó Charretteur, acompañado de Paulo Sousa, consejero delegado de la nueva empresa y antes responsable en Portugal, y de otros cinco directivos de la filial española que se opusieron a los planes de los hedge funds. Su primer paso fue solicitar el concurso de acreedores de Toys ‘R’ Us Real State, la firma dueña los edificios donde están muchas de las tiendas de la juguetera (26 en España y dos en Portugal). “Fue para proteger los edificios”, que los fondos veían como activos jugosos que podían vender y sacar dinero, explicó el directivo. Para poder hacerlo, debía haber dos acreedores y Charretteur se movió para que la filial juguetera reclamase una deuda a la inmobiliaria y así contar como acreedor, según explicó Andrez. También declararon el concurso de acreedores de otras dos sociedades tenedoras de las acciones de Toys ‘R’ Us Iberia para impedir que los fondos les arrebatasen el control de las decisiones. Ambos directivos ensalzaron el asesoramiento legal del despacho Quatrecasas en todo el proceso.

“A partir de ese momento, teníamos tiempo y libertad para encontrar un inversor”, tarea que encomendaron al Banco Rothschild, un encargo remunerado en función del número de empleados que lograsen mantener, explicó Charretteur. “Fue un proceso largo y complicado hasta encontrar a Green Swan”, señaló, entre otras cosas porque la escasa tesorería. “Estuvimos un año sin crédito, pero logramos pagar en tiempo y forma a los proveedores, porque teníamos que ser solventes”, dijo Andrez. Finalmente, los directivos acordaron con el fondo portugués comprar la empresa al 40 y 60% respectivamente, una operación que asciende a 80 millones de euros a cuatro años.

El representante de Green Swan, por su parte, admitió que al principio no creía en el proyecto. “Pero me gustó el equipo y comprendí su capacidad” al conocer la treta realizada para proteger los edificios, admitió. También resaltó –y agradeció a los sindicatos- que la plantilla, de 1.300 empleados, estuvo comprometida para mantener la empresa en marcha mientras se desarrollaba la negociación con la matriz. “Ha sido un infierno”, relató, porque había que negociar por los inventarios, el sistema informático, la marca. “Pero al final vencimos a los hedge funds. La conclusión es Toys ‘R’ Us 1-Fondos 0”, celebró Andrez.

Finalmente, podrán usar la marca durante 20 años a cambio de un canon. Pensaron en otras, pero decidieron mantenerla por la notoriedad entre los niños y recuperar la imagen perdida entre los padres.

En cuanto a la plantilla, Sousa afirmó que la ampliarán por la vía de nuevas aperturas y por los nuevos servicios que se ofrecerán en las tiendas. Afirmó que para esta Navidad estiman dar empleo —no todos fijos—a 2.000 personas.

Fuente: El País