España se libró en 2019 de la caída de producción de vehículos que sufrieron Alemania (9%), Italia (19,6%) y Reino Unido (14,4%). Se salvó por los pelos, con un crecimiento de apenas el 0,1% que situó el volumen de ensamblaje de vehículos en los 2,8 millones de vehículos. La debilidad de los mercados internacionales y del propio español están detrás de ese estancamiento, que, pese a todo, es un resultado mucho mejor que la caída del 1% sufrida en 2018.

La mejora se explica básicamente por un factor: la asignación de nuevos modelos en los dos últimos años, lo que supone un incremento de la producción para asumir la demanda del mercado. El tirón de la fabricación de furgonetas también ha influido, al crecer un 12,3%. De hecho, la fabricación de turismos, el grueso en España (2,21 millones de unidades) cayó un 0,3%.

Anfac, la patronal que reúne a las marcas presentes en España, prevé un crecimiento moderado este año, gracias a que españa se continuará beneficiando de los nuevos modelos que llegarán a las plantas de producción.

En la misma línea que la producción, las exportaciones de turismos creció un 0,3% durante el ejercicio y alcanzó los 1,867 millones de unidades, lo que representa en torno al 84% del total. En cambio, als exportaciones de vehículos comerciales aumentó un 6,3% y se situó en las 259.914 unidades.

Fuente: El País