La fiscalía de Tokio acusó hoy formalmente al expresidente de Nissan Carlos Ghosn de no declarar parte de sus ingresos pactados con la compañía y de violar la confianza de la misma, lo que se suma a otros cargos ya presentados. 

La fiscalía presentó esta nueva acusación formal ante el tribunal de Tokio que lleva el caso el mismo día en que expira el período de detención provisional de Ghosn, quien permanece bajo arresto en un centro penitenciario de la capital nipona desde el pasado 19 de noviembre y quien ayer no pudo comparecer debido a que se encontraba indispuesto por padecer mucha fiebre.

La defensa de Ghosn, por su parte, ha anunciado que pedirá hoy la libertad bajo fianza del acusado al finalizar el plazo de detención provisional que había fijado el tribunal, según dijo su equipo de abogados en una nota de prensa. Con todo, los propios abogados apuntan que con los nuevos cargos será muy complicado que Ghosn deje la cárcel antes del juicio, algo que podría llevar seis meses.

La primera de las nuevas acusaciones formales sostiene que Ghosn habría violado la normativa empresarial nipona al utilizar a Nissan Motor para cubrir una serie de pérdidas financieras personales durante la crisis de 2008 y por los pagos realizados a un empresario saudí, informó en un comunicado el tribunal.

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La fiscalía también acusa a Ghosn, a Nissan y a Gregg Kelly, otro alto ejecutivo de la firma, de no haber declarado parte de las compensaciones recibidas por el máximo responsable de la empresa entre marzo de 2015 y marzo de 2018, período que abarca los últimos tres ejercicios fiscales nipones. Esto se suma a la acusación formal por este mismo delito en el período comprendido entre marzo de 2011 y de 2015, que ya fue tramitada por el tribunal de Tokio el pasado diciembre.

Las cantidades presuntamente no declaradas por el empresario francobrasileño a las autoridades niponas ascenderían a unos 9.000 millones de yenes (72 millones de euros/83 millones de dólares) en un plazo de ocho años, según la documentación presentada por la fiscalía.

El ejecutivo, de 64 años, negó haber cometido irregularidades durante su primera comparecencia ante un juez el pasado martes, mientras que su defensa afirmó que Nissan había dado el visto bueno a todas las compensaciones recibidas por Ghosn y que por tanto el delito de violar la confianza de la empresa no procedía.

Nissan, además, ha comunicado hoy que cancela el alquiler del lujoso apartamento de Ghosn en Tokio.

Renault no encuentra irregularidades

El grupo francés Renault, por su parte, no ha encontrado irregularidades en la remuneración de sus dirigentes en los ejercicios 2017 y 2018, según los resultados preliminares de la comisión de investigación interna abierta tras la detención en Japón de su presidente, Carlos Ghosn.

La comisión rindió ayer cuentas al Consejo de Administración, reunido de forma extraordinaria y concluyó la «conformidad y ausencia de fraude» en la remuneración de los dirigentes de la empresa, indicó Renault en un comunicado.

Fuente: Cinco Días