José Luis Aguirre, presidente de Ibercaja BancoPablo Monge
Ibercaja ha logrado colocar en el mercado su emisión de bonos subordinados «de forma exitosa», según explican en la propia entidad.
El banco ha emitido 500 millones de euros, aunque la demanda ha alcanzado los 1.800 millones de euros. Los compradores han sido más de 140 inversores institucionales, de los que más del 70% de los títulos se ha colocado entre inversores internacionales, en su mayoría europeos, lo que evidencia «la confianza a largo plazo en el proyecto de Ibercaja», aseguran desde la entidad financiera.
Los bonos se emitirán a la par y devengarán un interés fijo, pagadero por años venidos, del 2,75% anual hasta el 23 de julio de 2025. A partir de esa fecha, el interés se calculará aplicando un margen del 2,882% al tipo swap a 5 años.
La fecha de amortización es el 23 de julio de 2030, sin perjuicio de que puedan ser amortizados anticipadamente a opción de Ibercaja el 23 de julio de 2025.
Esta emisión cuenta con una calificación crediticia de BB por Fitch Ratings España, S.A.U. y de B+ por S&P Global Ratings Europe Limited.
La emisión se ha dirigido exclusivamente a clientes profesionales y contrapartes elegibles. El desembolso y cierre de esta emisión está previsto que se realice el 23 de enero de 2020, sujeto a la firma del contrato de suscripción y al cumplimiento de las condiciones establecidas a tal efecto en el mismo.
Los bonos se regirán por Derecho español, estando prevista su admisión a cotización y negociación en el Mercado AIAF de Renta Fija. Ibercaja aprovechará esta emisión para mejorar su ratio de solvencia ya que esta emisión computa como instrumentos de capital de nivel 2 (T2) del grupo Ibercaja.
En paralelo a esta emisión, Ibercaja ha cerrado una oferta de recompra de bonos subordinados lanzados en 2015 por 281,9 millones de euros (el 56,38% de los 500 millones de euros emitidos hace cinco años).
Fuentes de Ibercaja han precisado que en 2015 se lanzaron estos bonos a diez años y al 5% de interés, con la posibilidad de abrir una ventana de amortización a los cinco, es decir en 2020.
Aunque el plazo de los cinco años se cumple en julio, la entidad ha aprovechado las condiciones del mercado para lanzar una opción de recompra, que han aceptado el 56,38% de los tenedores a un precio del 102,5%.
Fuente: Cinco Días