Carlos Lopez Blanco, secretario de Estado de Telecomunicaciones con el Gobierno del PP entre 2002 y 2004 y director general de Asuntos Públicos de Telefonica entre 2007 y 2018, ha sido contratado por Flint, consultora de asuntos públicos y regulación fundada por Simon Fraser (durante cinco años cabeza del servicio diplomático británico) y Ed Richards (antiguo consejero delegado del regulador británico de Telecomunicaciones, Ofcom), para llevar sus negocios en España. López Blanco ha sido designado senior adviser con la idea de desarrollar la actividad de la firma en los mercados español y latinoamericano así como apoyar el devenir de las actividades de Flint en Bruselas y Londres.

El aterrizaje se produce en plena negociación del Brexit, asunto en el que Flint tiene una especial preocupación. Fundada en 2015, asesora a las empresas allí donde convergen el Gobierno y las empresas ofreciendo una perspectiva autorizada de ambos.Con sedes en Londres y Bruselas y presencia en cinco países, ademas de España, es una firma de Asesoría en políticas publicas, análisis político, regulación y competencia y atiende a clientes de primer nivel en múltiples sectores incluyendo digital, tecnología, telecomunicaciones, medios de comunicación, servicios financieros, sanidad, industria, comercio, transporte y energía.

La firma da una especial importancia tiene el asesoramiento estratégico de alto nivel sobre fusiones y adquisiciones y asuntos de Competencia a nivel nacional y europeo así como a inversores para garantizar que tengan en cuenta los riesgos políticos y regulatorios a lo largo del ciclo de inversión.

También desarrolla su actividad asesorando a sus clientes en anticipar, interpretar y responder a los desarrollos de las políticas publicas y el entorno político y regulatorio. Desde ese punto de vista, Flint tiene una especial actividad en asesorar a las empresas británicas y a las que tienen intereses o actividades en el Reino Unido a afrontar las incertidumbres y retos que se derivan del Brexit en el futuro inmediato y a medio plazo.

Fuente: El País