Preferentes, bonos convertibles, fondos garantizados, derivados, fiascos en las salidas a Bolsa… La mala praxis en la comercialización de productos financieros en España parece condenada a repetirse. La Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) enciende de nuevo las alarmas. El supervisor bursátil ha detectado casos en los que la información obtenida por las entidades que prestan servicios de inversión para evaluar la conveniencia o idoneidad de las operaciones de sus clientes minoristas «sobrevalora de modo significativo su formación, conocimientos financieros y experiencia inversora». En algunos casos «esta incidencia afecta a un alto número de clientes».

El organismo que preside Sebastián Albella asegura en una nota que está actuando, «incluso en vía sancionadora», para corregir este tipo de situaciones. Además, avisa de que durante los próximos meses realizará una actuación específica de revisión en este ámbito «que afectará a un número elevado de entidades».

La CNMV subraya que una inadecuada evaluación de la conveniencia o idoneidad de las operaciones como consecuencia de deficiencias o errores en la información obtenida «puede implicar la venta o recomendación de productos inadecuados para los clientes» o la no formulación de advertencias o textos manuscritos, tal y como exige la ley, en los que los pequeños ahorradores reconocen que han sido informados de que cierto producto no es conveniente para él. «Ello, lógicamente, puede facilitar indebidamente a la entidad la colocación de valores o instrumentos financieros, tanto propios como de terceros».

El supervisor recuerda además que aunque las evaluaciones de conveniencia o idoneidad han de realizarse caso por caso, las entidades deben también adoptar medidas y realizar actuaciones «razonables» para procurar que la información recogida sobre los clientes «sea fiable» en términos generales.

Fuente: El País