La operación es compleja, como casi todo lo que tiene que ver con Abengoa en los últimos tiempos. El conflicto parte de las pretensiones de un grupo de accionistas, encabezados por Inversión Corporativa, que controlan en grupo el 3% y que incluye a cerca de 300 accionistas, entre ellos, Felipe Benjumea, expresidente. Ellos aseguraron en un comunicado el martes que querían una junta de accionistas extraordinaria para buscar soluciones y evitar que sus acciones se diluyeran con la entrada en vigor de una normativa de Bolsas y Mercados de España. En realidad, lo que quieren es aprobar una división del valor de sus acciones que les permita dar esquinazo a la nueva norma y blindarse de bajadas.

El origen de todo es la entrada en vigor el 28 de septiembre de la norma hecha pública el 30 de julio por Bolsas y Mercados de España (BME) para todas las cotizadas de España. Hasta ahora el precio mínimo de las acciones de una cotizada en España es de 0,1 euros, es decir, un céntimo. Y cuando los títulos bajan de esa cantidad porque los inversores venden, como no pueden negociarse a precios inferiores, las órdenes de compra y venta quedan bloqueadas. Los títulos nunca bajan de un céntimo. La Sociedad de Bolsas españolas anunció que desde el 28 de septiembre, se reducía en España a 0,001 euros ese precio mínimo de cotización, con el fin de contribuir a la «adecuada formación de precios». Es decir: que si los inversores quienes vender o comprar más barato, lo hagan y el precio no sea artificial.

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Las acciones de Abengoa B, las que tienen los accionistas que han forzado la celebración de una junta extraordinaria el 2 de octubre, están precisamente en el suelo de 0,01 euros (un céntimo) casi desde abril. Así que, pase lo que pase, no pueden bajar de ahí. Cuando entre en vigor el nuevo precio mínimo, sí podrán hacerlo, y pierden ese blindaje. Por eso, la solución que proponen los inversores para que sus títulos estén protegidos de los deseos del mercado, es hacer un split: una división. Quieren que una de sus acciones valorada en 0,01 euros pase a convertirse en 10 acciones de 0,001 euros. Así, seguirán teniendo en conjunto la misma inversión, y seguirán protegidos por el precio mínimo que marca la nueva norma de 0,001 euros.

Orden del día en la junta

Todos estos detalles, eso sí, los inversores que pidieron la junta extraordinaria no los explicaron en su comunicado enviado a la prensa. En la nota se limitaban a decir que exigían una junta extraordinaria para tomar decisiones y evitar que les afectara una medida «que representaría una dilución de la acción del 90% que, sumada a la dilución del 95% ya sufrida en 2016 durante el proceso de restructuración, supondría en la práctica la desaparición total de las inversiones realizadas». Como tienen más del 3%, sus deseos han sido escuchados y la junta extraordinaria de accionistas convocada para el 2 de octubre.

Según el orden del día de esa junta, piden «la probación de un split de las Acciones de clase A y B representativas del capital social de Abengoa S.A., con atribución de diez (10) Acciones nuevas por cada una (1) antigua, con la consiguiente adaptación del valor nominal de las mismas, a fin de evitar los perjuicios derivados del nuevo valor mínimo de cotización fija do por Bolsas y Mercados». Y, además, que el consejo de administración, pida que se suspenda la cotización hasta que esa división entre en vigor. Así no se exponen a que sus títulos caigan en Bolsa por debajo de un céntimo cuando se reduzca el suelo a 0,001 euros.

Aviso rotundo de la CNMV

Tras las publicación del orden del día de la junta extraordinaria este miércoles, Abengoa ha hecho público en el regulador bursátil una carta que le ha enviado la propia CNMV, donde le advierte de que las pretensiones de esos accionistas pueden salir caras. El organismo explica con detalle los motivos por los que se cambió la norma para reducir el precio mínimo de cualquier acción cotizada a 0,001 euros. Básicamente, tener el suelo en un céntimo provoca «la realización de operaciones a un precio no libre», «Transmisión de señales engañosas al mercado sobre la oferta, demanda y precio del valor correspondiente», así como «la fijación de un precio a un valor artificial».

La CNMV advierte que hay empresas, como Abengoa, donde se están planteando dividir las acciones para reducir su valor al nuevo precio mínimo. «En el caso de que prosperaran tales iniciativas, que supondrían prolongar la actual situación de negociación desordenada y la fijación de precios en niveles artificiales, la CNMV valorará en su momento si la conducta pudiese constituir un supuesto de manipulación de mercado», lanza. Además, dice que «valorará la posibilidad de ejercer las competencias que la ley le otorga para garantizar la libre formación de precios y la integridad de la negociación, entre ellas la suspensión o exclusión de la negociación de los valores correspondientes, así como la impugnación de los pertinentes acuerdos societarios». Y pide que esta carta sea transmitida a los accionistas, para que cuando voten en la junta de accionistas, sepan a qué se enfrentan.

Fuente: El País