Bankia no levanta cabeza, sus acciones han llegado a caer hoy un 5% tras conocerse sus resultados. Al contrario de lo que pasó el viernes pasado con los resultados de Banco Sabadell, que pese a caer sus acciones se dispararon, Bankia ha experimentado el efecto contrario, aunque sus resultados de enero a septiembre suben ligeramente el 0,6%, al sumar 744 millones de euros, y se encuentran en línea con lo que esperaba el mercado. El retraso en la política del Banco Central Europeo (BCE) en la subida de los tipos de interés hasta previsiblemente el próximo verano han condenado a Bankia a retrasar parte de sus expectativas de crecimiento y alza de su cotización, ya que es el banco, dentro del grupo de los grandes, más expuestos a unos tipos de interés negativos o bajos. 

La respuesta del mercado confirma lo que parece ya un hecho, esperar mejores momentos para su privatización, por lo que no sería extraño que en los próximos meses el Gobierno volviera a retrasar la fecha para colocar todas sus acciones en el mercado, lo que tiene que ocurrir a finales de 2019, si no se cambia el calendario.

José Sevilla: "Tiene sentido" esperar a que suba Bankia para privatizarla

La estrategia de esperar a que mejore el mercado y suba el precio de la acción para acometer la privatización de la entidad «tiene sentido», admitió el consejero delegado de la entidad, José Sevilla. El número dos del banco confianza, no obstante, en que los mayores beneficios en los próximos trimestres dentro de su plan estratégico redunden en el incremento del precio de sus títulos.

«Si somos capaces de esperar a la entrega de beneficios redundará en un precio más adecuado», indicó Sevilla, durante la presentación de resultados de los primeros nueve meses del año. 

La insatisfactoria evolución del margen de intereses, que el director financiero del banco, Leopoldo Alvear, defendió que ya ha tocado suelo y volverá a crecer en los próximos meses, ha sido el principal detonante que han desplomado las acciones de Bankia.

Este castigo ahonda la ya abultada caída de los últimos meses en el que las fuertes posiciones los inversores bajistas han puesto ahora sus ojos. Sevilla reconoció que es difícil entender la estrategia de los inversores que apuestan a que el valor caiga con posiciones a corto, aunque intuyó que obedece a que se ha retrasado en un año la expectativa de subidas de tipos en Europa y nadie espera que el BCE empiece a elevarlos hasta el verano de 2019.

Para la propia entidad dicha situación es un contratiempo porque elaboró el plan estratégico 2018-2020 bajo otras expectativas y «es como si todo se hubiese retrasado doce meses», insistió Sevilla, aunque matizó que el banco va adelantado en varios objetivos de la hoja de ruta como el ajuste en costes y en activos improductivos, y en línea o por encima en ingresos por comisiones. De hecho, y pese a la debilidad de sus márgenes el banco no tiene previsto ahora modificar su plan estratégico.

Según el director financiero, el signo inversor cambia de forma drástica cuando en julio se evapora la confianza en alzas tempranas de tipos y provoca una «retirada de fondos del sector financiero» a la que se ha sumado después la incertidumbre creada por el Tribunal Supremo al decidir imputar gastos fiscales en hipotecas a la banca, y no al cliente que los asumía por norma desde 1995.

«Nosotros lo que tenemos que hacer es generar el mayor valor para su privatización», refirió Sevilla.

El número dos de Bankia también ha pedido que el fallo del Supremo sobre hipotecas sea claro y confía en que no haya retroactividad. Sevilla, ha señalado que lo importante sobre la decisión que tomará el Tribunal Supremo el próximo 5 de noviembre sobre quién debe pagar el Impuesto sobre Actos Jurídicos Documentados (AJD), si el banco o el cliente, es que sea clara y nítida y que el escenario que la entidad contempla es que el pronunciamiento no implique ningún tipo de retroactividad.

Fuente: Cinco Días