El hombre más rico de China, Jack Ma, presidente ejecutivo y fundador de Alibaba, se retirará de sus cargos en el gigante del comercio electrónico este lunes para dedicarse a la filantropía educativa. Así se lo ha adelantado al periódico “The New York Times” este antiguo profesor de inglés, de 54 años y al que sus empleados se refieren como “maestro Ma”, en una entrevista.
Ma fundó Alibaba, junto con otras 17 personas -algunas de ellas, antiguos alumnos suyos-, en 1999 en un apartamento de Hangzhou, en el este de China. Bajo su mando, y sostenido por la transformación de su país en una boyante sociedad de consumo que demanda cada vez más y mejores productos, ha convertido lo que nació como una plataforma de ventas entre empresas en un gigante mundial valorado en 420.800 millones de dólares.
Hoy día, Alibaba incluye en su negocio el comercio y la banca electrónicos, el almacenamiento de datos en la nube y el entretenimiento. Su plataforma de vídeos por internet, Youku, retransmitió los partidos del Mundial de Rusia de este año. En 2015 adquirió el principal periódico de Hong Kong, el South China Morning Post, una más de las iniciativas que han llevado a compararle con Jeff Bezos, el dueño de Amazon y propietario de The Washington Post. Su fortuna se calcula en cerca de 40.000 millones de dólares.
La retirada de uno de los empresarios más respetados y admirados de su país llegará en un día cargado de simbolismo. El lunes, Ma cumplirá 55 años. Además, es el día del maestro en China, una profesión que el magnate asegura que le apasiona. “Me entusiasma la educación”, ha insistido a The New York Times, al confirmar que pasará a dedicar más tiempo y dinero a este propósito.
Su retirada no será absoluta. Continuará en el consejo de administración y mantendrá un papel de asesor para los directivos del grupo. En la entrevista con el diario estadounidense, Ma ha asegurado que su retiro no supondrá el final, sino “el principio de una era”.
La marcha del millonario de la línea de frente en el mundo empresarial llega en un momento de incertidumbre para el sector tecnológico chino. Un sector que ve con inquietud el crecimiento económico más lento en la segunda potencia mundial y la complicada guerra comercial entre Pekín y Washington. Un sector clave para la estrategia de desarrollo económico y social de las próximas décadas del Gobierno chino, pero sometido cada vez más al escrutinio de la censura. Y que esta semana ha visto cómo era detenido en Estados Unidos como sospechoso de violación Richard Liu, el presidente de JD.com, el gran rival de Alibaba en el comercio electrónico en China.
El magnate deja la compañía en buen estado. El año pasado recaudó cerca de 40.000 millones de dólares. Con una base de clientes activos de 524 millones de personas, según sus datos, en el último trimestre su volumen de negocio alcanzó los 12.200 millones de dólares, un aumento del 61%. En el sector del comercio electrónico al por menor, su dominio del mercado chino llega al 60%, según el gabinete eMarketer, citado por France Presse.
Ma ya había dado algunas pistas sobre sus planes. En una entrevista con Bloomberg TV esta semana había adelantado que se planteaba una jubilación anticipada al estilo de lo que hizo Bill Gates, fundador de Microsoft y que dejó esa compañía en la cúspide de su éxito para dedicarse a la filantropía a través de la fundación que lleva su nombre y el de su esposa.
“Hay muchas cosas que puedo aprender de Bill Gates. No llegaré nunca a ser tan rico, pero lo que puedo hacer mejor es jubilarme antes”, había declarado. Preguntado si su retirada podría llegar este mismo año, replicó que “lo sabrán muy pronto”.
Hasta el momento se desconoce quién le sucederá al frente de Alibaba. Un posible heredero es el actual consejero delegado, Daniel Zhang, que asumió este puesto en 2013 en sustitución del propio Ma.
Un hombre carismático y extrovertido, Ma es tan serio en sus planes de negocio como extravagante en las celebraciones. En las suntuosas fiestas de aniversario de la compañía suele aparecer en el escenario ante sus empleados vestido con disfraces llamativos y cantando y bailando desde ritmos de Michael Jackson a las tonadas de “El Rey León”.
Fuente: El País