La repuesta a la propuesta de Podemos de endurecer el impuesto de sociedades a las llamadas socimis ha recibido la respuesta este martes de Ismael Clemente, consejero delegado de Merlin Properties, la mayor de esas empresas inmobiliarias. “Esto forma parte de un eslogan, en el que el eslogan es más importante que la verdad”, lamentó.

Podemos ha avanzado que quiere que el Gobierno socialista aumente la presión fiscal sobre este tipo de sociedades cotizadas de inversión en el mercado inmobiliario (socimis), una propuesta que de momento no se ha debatido como condición para respaldar los nuevos Presupuestos de 2019. El régimen especial de estas compañías nació en 2009 bajo el Ejecutivo del PSOE de José Luis Rodríguez Zapatero, a semejanza de la figura del reit (real estate investment trust) de otros países de la OCDE. Pero fue en 2013 cuando Hacienda desarrolló su reglamento y tomó impulso.

El Gobierno no plantea nada. Es una petición de Podemos. El Gobierno socialista tiene un equipo económico y lo que sabemos de las conversaciones que hemos tenido es que ni ha estado ni está en su programa ni en sus prioridades atacar este régimen. Son perfectamente conscientes que las socimis sí pagan impuestos”, recordó Clemente en el Foro Inmobiliario organizado por Europa Press.

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Las socimis, dedicadas al alquiler de inmuebles (como oficinas, hoteles, naves logísticas, centros comerciales o viviendas) disfrutan de un régimen fiscal propio. No tributan por el impuesto de sociedades pero a diferencia de cualquier empresa tienen la obligación de repartir al menos el 80% de los dividendos a los accionistas, que sí deben pagar a Hacienda, como mínimo entre un 19% y como máximo un 23%. En el caso de que los accionistas sean extranjeros existen los convenios de doble imposición.

“Las socimis sí pagan impuestos. Hay dos formas de gravar: en origen o en destino [dividendos]. Pero lo gravas igual. Lo que pasa es que hay que estudiar. Eso no se explica a la población”, añadió Clemente.

“Son perfectamente conscientes de que el régimen de las socimis lo introdujo Zapatero”, recordó el directivo del Ibex sobre el Gobierno de Pedro Sánchez. “Son perfectamente conscientes de que el régimen original tenía gravamen en la fuente y no funcionó hasta que no se cambió a destino no comenzó a funcionar. Son perfectamente conscientes de que hay un tipo de inversor en las socimis que coincide con el de renta fija pública y si le metes un palo por un lado luego le llamas para que vaya a subastas de deuda pública. O cuando arruines el ciclo le vuelves a llamar para que reinicie el ciclo y no tengas que depender, como ha ocurrido con Portugal, de los fondos oportunistas”, añadió.

Pablo Iglesias y el alquiler

Actualmente existen dos grandes socimis en el Ibex, Merlin Properties (11.785 millones en activos) y la histórica Inmobiliaria Colonial (11.190 millones), que el pasado año se acogió a este régimen fiscal y adquirió a su rival Axiare. Además, en el mercado continuo cotiza Lar España. Básicamente se dedican al alquiler de oficinas, locales comerciales y naves. A parte, en el MAB cotizan otras 59 socimis más pequeñas y con pocos movimientos de inversión, básicamente negocios inmobiliarios patrimoniales que se acogen a esta figura del reit.

“Las socimis han traído 20.000 millones de euros de capital a los que se suma otros 20.000 millones de deuda. Por lo tanto, han movido 40.000 millones de activos que estaban muertos en el sistema. Eso ha movilizado un montón de producto tocado del balance financiero y ha provocado que no hayamos asistido a otras medidas en el sistema bancario”, señaló el consejero delegado de Merlin.

Pablo Iglesias, líder de Podemos, apuntó hace unas semanas sobre la necesidad de acabar con los beneficios de las socimis, vinculándolo con la subida de los precios de los pisos de alquiler. En realidad, este tipo de empresas, como calculó Cinco Días, disponen de un escaso parque de pisos en alquiler. Sumando las viviendas de los mayores fondos de inversión y socimis, disponen de alrededor del 3% del parque de casas destinadas al arrendamiento.

“Hay muy poca vivienda en alquiler en España y la poca que hay lo alquilan los particulares. El 96% de los pisos lo alquilan los particulares. Acusan a un miniplayer como Blackstone, con 17.000 viviendas. Culparle de una concentración es demagogia”, aseveró Clemente.

Precisamente el fondo estadounidense Blackstone adquirió este lunes a Merlin, BBVA y Santander el 50,01% de la socimi Testa Residencial, el mayor propietario de España de viviendas en alquiler, que disponen de 10.600 casas.

En contra de penalizar las viviendas vacías

Por otra parte, en el mismo foro, varios responsables del sector inmobiliario rechazaron cualquier iniciativa del Gobierno que suponga penalizar o imponer medidas coercitivas para que los propietarios de viviendas vacías las pongan en alquiler, al considerar que aumentaría el precio de las rentas para los inquilinos.

«No tiene mucho sentido, la historia demuestra que toda restricción que se introduce en el mercado lo que hace es subir los precios», indicó el presidente de Sociedad de Tasación, Juan Fernández-Aceytuno. De igual forma se pronunció el director gerente de Valdebebas, Marcos Sánchez Foncueva, quien afirmó que «todo lo que suponga penalizaciones incrementa el precio final, el que paga el inquilino».

«Es una pena que más familias no pongan en el mercado más viviendas por un tema de seguridad del alquiler, por los riesgos», incidió el consejero delegado de Sociedad de Tasación (ST), Juan Fernández-Aceytuno, tras cifrar en más de tres millones las viviendas sin residentes en España.

El consejero delegado de Merlin recomendó al Gobierno que para contener la escalada del precio del alquiler tome «medidas de incremento de la oferta», pero nunca de «intervención en la economía prohibiendo», ya que generaría «un flujo de dinero informal» o economía sumergida.

«Qué lástima si en el momento actual del mercado, con verdaderos jugadores con ganas de crear plataformas de residencial en alquiler, ponen trabas por intervencionismo», hizo hincapié Juan Velayos, consejero delegado de Neinor.

Fuente: Cinco Días