Iberdrola cerró los nueve primeros meses del año con un beneficio neto de 2.516,7 millones de euros, lo que supone una mejora del 20% respecto a la cifra alcanzada en el mismo período del ejercicio anterior, tal y como informa la eléctrica a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).

Con este resultado, la compañía reafirma su compromiso de cerrar 2019 con un beneficio neto que crezca a doble dígito. Además, la eléctrica, presidida por Ignacio Sánchez Galán, ha anunciado una nueva edición de su programa Iberdrola Retribución Flexible, que contempla un incremento de la remuneración a cuenta de 2019 del 10,6%, hasta situarse en 0,167 euros brutos por acción que se abonarán el próximo 5 de febrero. A esta cantidad habrá que añadir, además, el importe complementario previsto para el mes de julio de 2020.

El beneficio bruto de explotación (Ebitda) del grupo ha alcanzado los 7.498,9 millones de euros, un 11,6% más que en los nueve primeros meses de 2018. Esta buena evolución se sostiene, fundamentalmente, en el «buen comportamiento de las áreas de Redes y Generación y Clientes, que compensan con creces el impacto de la menor producción hidroeléctrica en España en el área de Renovables», explica la compañía. 

En concreto, el negocio de Redes ha obtenido un Ebitda de 3.941,9 millones de euros hasta septiembre, lo que supone un aumento del 8,2%. De esta cifra global, un 68% procede de fuera de España, con Brasil y Estados Unidos concentrando el 50% del total gracias a las positivas revisiones de tarifas y a los menores costes registrados en ambos países en comparación con años anteriores. 

Generación y Clientes también ha presentado un comportamiento positivo: su Ebitda se ha situado en 1.817,7 millones de euros, un 37,1% más que en el mismo periodo de 2018. En este caso, destaca la contribución de España y México, que han aumentado su capacidad instalada y producción durante el periodo. 

Por su parte, el área de Renovables ha registrado un Ebitda de 1.678,3 millones de euros, lo que supone un descenso del 4,5% frente a los nueve primeros meses del ejercicio anterior. Iberdrola explica que esta peor evolución se ha debido, fundamentalmente, a la menor producción hidroeléctrica en España.

Por el contrario, la compañía resalta la mayor aportación de Reino Unido, al comenzar la contribución del parque eólico marino East Anglia One, y de México, que ha aumentado su producción renovable un 53,5%. En Iberdrola Energía Internacional, el buen comportamiento del parque eólico marino alemán Wikinger ha hecho crecer la producción un 53%.

La partida de resultados de activos no corrientes se sitúa en los 122,4 millones de euros (frente a 22,6 millones en 2018) al incluir la plusvalía del acuerdo alcanzado con Lyntia Networks para la cesión a largo plazo del derecho de uso de la capacidad excedentaria de la red de fibra óptica (114 millones). Según la empresa, excluyendo los impactos de las operaciones de venta de los contratos de gas (+89 millones en margen bruto) y la fibra óptica (+49 millones en Margen Bruto y +114 millones en resultados activos no corrientes), el beneficio neto aumentaría un 12,0%, alcanzando los 2.317,6 millones.

Inversiones récord y más deuda

Durante los nueve primeros meses del año, Iberdrola llevó a cabo inversiones récord, que alcanzaron los 4.727 millones de euros, un 29,7% más que en los nueve primeros meses de 2018.

Del importe total de 4.727 millones de euros invertidos, que supone el mayor de la historia del grupo para un periodo de nueve meses, un 87% se ha destinado a los negocios de Redes y Renovables, en línea con sus Perspectivas Estratégicas y con su apuesta por un modelo energético sostenible.

Así, cerca de la mitad de las inversiones (2.221,7 millones de euros) se ha dirigido a nueva capacidad renovable, con un aumento del 81% frente al mismo periodo del año anterior, y un 40% (1.890,8 millones de euros), a Redes, con un incremento superior al 20%.

La compañía ha elevado la deuda financiera neta en los nueve primeros meses del año desde 34.199 a 36.227 millones. Según la empresa, la deuda financiera neta ajustada (por el efecto de derivados sobre autocartera) se sitúa en 35.527 millones, con un incremento de 1.148 millones respecto al mismo periodo del año anterior, principalmente por la implementación del nuevo criterio contable sobre alquileres, IFRS 16, (399 millones de euros de impacto), el tipo de cambio (838 millones de euros) y el fuerte proceso inversor en el que se encuentra inmersa la compañía.

En cuanto a la evolución del coste financiero de la compañía, a 30 de septiembre de 2019 se sitúa en 3,41%, 2 puntos básicos por debajo del 3,43% registrado a 30 de septiembre de 2018.

El grupo ha reducido ligeramente el peso de la financiación en euros y libras y lo ha aumentado en dólares, reales brasileños y otras divisas. El peso de la deuda a tipo fijo se sitúa a cierre de septiembre del año 2019 en el 62,1% (74,7% incluyendo 12,6% de los derivados Forward Start Swaps).

A septiembre, Iberdrola dispone de una fuerte posición de liquidez por un total de 13.415 millones, que cubre 18 meses de las necesidades de financiación de la compañía en riesgo. Ese total se desglosa en 2.400 millones de euros de caja y 11.015 millones de líneas de crédito disponibles. La vida media de la deuda es de algo más de seis años, con vencimientos de 784 millones en lo que queda de año, de 4.030 millones en 2020, 3.114 millones en 2021 y 3.864 millones en 2022.

Fuente: Cinco Días