Es difícil encontrar muchas pruebas de las crecientes tensiones comerciales en los últimos resultados de HSBC, que anunció ayer un 28% más de ganancias antes de impuestos en junio-septiembre, hasta 5.900 millones de dólares.

Los temores a una guerra económica han contribuido a una caída del 21% en la acción este año. Antes cotizaban a 1,3 veces su valor contable, una prima notable respecto a sus pares europeos. Aun así, antes de que se anunciaran las cifras del trimestre, los analistas esperaban que los beneficios anuales subieran en torno a un 20% debido al comercio interregional, que sigue boyante, y a una mayor diferencia entre los tipos de los préstamos y los empréstitos.

HSBC obtuvo una rentabilidad del 8,6% sobre el capital tangible en enero-septiembre. Su objetivo de que los ingresos aumenten más rápido que los costes parece un poco más cerca. Los gastos operativos crecieron un 2% en esos nueve meses, frente al 5% que subieron los ingresos. La subida de los costes superó a la de los ingresos en un 1,6%, pero en el trimestre, los costes cayeron un 2,5% respecto al anterior.

Además, cada aumento de 25 puntos básicos en los tipos de la Fed provoca unos 800 millones más en ingresos para HSBC. El margen de interés neto mejoró en cuatro puntos básicos, hasta el 1.67%, en enero-septiembre.

Los ingresos netos por intereses aumentaron medio punto porcentual en el trimestre, y un 9% en lo que va de año. Debería seguir así si la Fed vuelve a subir los tipos este año, ayudando al banco a alcanzar su objetivo de rentabilidad de al menos el 10%.

Los tormentos de HSBC parecen manejables. El cambio de rumbo de su negocio en EE UU, que alcanzó una rentabilidad del 1,4% de los activos promedio ponderados por riesgo, sigue su curso. La comparativamente baja rentabilidad de Europa implica que el banco permanecerá centrado en Asia.

Eso lo deja expuesto a los aranceles y a una posible grave desaceleración en China. Si estos riesgos pueden controlarse, y los tipos siguen subiendo, los rendimientos deberían subir.

Los autores son columnistas de Reuters Breakingviews. Las opiniones son suyas. La traducción, de Carlos Gómez Abajo, es responsabilidad de CincoDías

Fuente: Cinco Días