El fabricante de automóviles japonés Honda anunció este martes que cerrará en 2021 su fábrica de la localidad de Swindon, situada en el suroeste de Reino Unido. La decisión de la empresa se debe “a la necesidad de reestructurar la producción en un contexto de cambios sin precedentes en el mercado mundial del automóvil”, específicamente por el avance del vehículo eléctrico. La decisión del grupo japonés, que se conoce mientras Reino Unido está empantanado con la gestión de su salida de la Unión Europea, supondrá la pérdida de unos 3.500 empleos en las islas británicas.

“Los importantes desafíos que supone la electrificación harán que Honda revise sus operaciones de fabricación global y concentre la actividad en las regiones donde espera tener altos volúmenes de producción”, asegura el fabricante nipón en un comunicado. En estos planes no figura la planta de Swindon, que produce actualmente unos 150.000 coches al año (aproximadamente un 10% del total de la producción de automóviles en el Reino Unido). El cierre se hará efectivo una vez termine el ciclo de vida de producción actual del modelo Civic.

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La empresa comenzará a negociar con los trabajadores afectados “de forma inmediata”. “Esta decisión no se ha tomado a la ligera y lamentamos profundamente el agravio que va a causar a nuestra gente”, aseguró el presidente de la división europea de la firma, Katsushi Inoue, en un comunicado. A pesar del cierre de la fábrica, la sede de Honda en Europa seguirá en el Reino Unido.

En una rueda de prensa en Tokio, el consejero delegado del grupo, Takahiro Hachigo, descartó que la decisión esté relacionada con el Brexit. “Creemos que es difícil fabricar vehículos eléctricos en Europa de forma competitiva”, aseguró, citado por la agencia Kyodo. De hecho, la empresa ha informado asimismo de que dejará de fabricar la versión sedán del Civic en Turquía también en 2021, aunque en este caso la planta, en la que trabajan otras 1.100 personas, no se cerrará.

Honda, que no tiene otra fábrica en Europa, exportará los automóviles desde Japón y China. En este sentido, el cambio de estrategia del fabricante japonés coincide también con la entrada en vigor del acuerdo de libre comercio entre la Unión Europea y Japón, que elimina de forma progresiva el arancel del 10% que se aplica actualmente a los vehículos de pasajeros japoneses y del 3% aplicado a los componentes de automóvil. El Reino Unido, una vez fuera del grupo comunitario, no se regirá por este pacto de liberalización comercial.

Honda no es el primer fabricante japonés que repiensa sus operaciones en Reino Unido, el principal destino inversor de las grandes multinacionales niponas en Europa. Nissan anunció a principios de mes que renunciará a producir uno de sus nuevos modelos, el X-Trail, en la planta que posee en Sunderland, echándose atrás de un compromiso adoptado en 2016. La empresa justificó la decisión “por la necesidad de optimizar su estrategia de inversión regional”, aunque admitió también el papel que jugó “la incertidumbre persistente del brexit”. Toyota, el mayor fabricante de automóviles del país, no ha anunciado planes de desinversión, pero ha advertido a Londres del peligro de una salida de la UE sin acuerdo, algo que probablemente forzaría a la empresa a paralizar la producción en su planta de Derbyshire.

Fuente: El País