Euskaltel, la operadora de telecomunicaciones que integra al grupo de cable gallero R y la asturiana Telecable y controla el mercado del norte de España, es como “un barco en un mar de tinieblas”, apuntan fuentes del sector, tras la ofensiva que ha emprendido su segundo mayor accionista, el fondo británico Zegona, para doblar su participación en el capital hasta el 29,9% y dar un giro a la gestión de la compañía. Es un órdago que también interpela a la cúpula directiva, a la que Zegona ya había cuestionado públicamente antes de esta operación. Lanza un pulso con la pretensión de liderar una estrategia que pasa por una fuerte reducción de costes, un aumento de la cuota de mercado en las regiones donde opera y acelerar la expansión fuera de su ámbito natural.

Zegona anunció el pasado 19 de octubre su intención de lanzar una opa parcial en efectivo para adquirir un 14,9% del capital a un precio de 7,75 euros, que en aquel momento suponía una prima del 18% sobre el precio de mercado. La operación está valorada en 206 millones de euros y Zegona deberá aprobar previamente una ampliación de capital de 256,5 millones (importe que ya ha sido asegurado por Barclays) en una junta de accionistas que se celebrará a comienzos de diciembre.

Guerra abierta por el poder en Euskaltel

En Euskaltel se han movido los cimientos. “Zegona ha decidido apretar las tuercas”, dicen fuentes del sector. El fondo entró en el accionariado en julio de 2017, cuando le vendió su participación en Telecable por 686 millones, una parte en metálico y otra con el 15% de su capital, valorado entonces en 224 millones. Ahora aspira a duplicar esa inversión tras constatar que el precio de las acciones ha ido cayendo desde entonces. “Hay indicios que apuntan que Zegona no va a poder completar su deseo de llegar a controlar el 29,9%, lo que significaría que los accionistas dan valor a la empresa a futuro y la tasan por encima del precio de 7,75 euros ofertado. Nosotros consideramos que Euskaltel tiene más valor”, opina Borja Ribera, profesor de Finanzas en EAE Business School y asesor financiero en GVC Gaesco.

Aunque la operación sea un éxito, los exdirectivos de Virgin necesitan alianzas

Si la opa de Zegona cristaliza, pasaría a ser el accionista mayoritario. Euskaltel, que nació en 1995 como “un proyecto de país” auspiciado por el Gobierno vasco y con las cajas como principales valedoras, mantiene ahora en su núcleo duro a Kutxabank como principal accionista, con el 21,3%, además de Alba (10%), Capital Research (5,2%) y Abanca (4,4%). El grupo cerró el primer semestre del año con un beneficio neto de 28,8 millones, un 36,6% más, y un incremento del 25% en los ingresos, hasta alcanzar los 349,3 millones. Euskaltel lidera el mercado en el norte de España, con 2,3 millones de hogares contratados y 663.000 clientes residenciales bajo las tres marcas que agrupa.

Origen del malestar

La evolución a la baja que ha experimentado en el mercado bursátil y el estancamiento del negocio en el sector de las telecos ha precipitado el movimiento protagonizado por Zegona, que entró en el capital con una valoración de 9,5 euros por acción. Los títulos de Euskaltel cerraron a 6,80 euros en 2017 y fueron mejorando hasta 7,77 euros en el primer semestre, pero a partir de ese momento su valor fue deteriorándose en cerca de un 20%, principalmente por la batalla abierta entre las operadoras por los derechos del fútbol. Ni Euskaltel ni Kutxabank han querido hacer declaraciones para este reportaje y prefieren hablar cuando acabe la opa.

Guerra abierta por el poder en Euskaltel

La caída en Bolsa y la pérdida de peso en el sector han sido dos de los factores que han precipitado el movimiento que ha hecho Zegona, una firma fundada por antiguos ejecutivos de Virgin que en 2017 tuvo unas ganancias netas de 41 millones. “La operación podría tener el beneplácito de Kutxabank”, advierte Ribera, quien añade: “Ahora se verá si los accionistas creen o no en Euskaltel. Es un termómetro que medirá si la línea marcada por la actual dirección es la correcta o es necesario reconducirla, como han planteado los directivos de Zegona”. Otras fuentes señalan que la firma británica pretende que “la acción de Euskaltel recupere su precio y para ello exige más recortes y un plan de expansión ambicioso”.

En el sector no se descarta que Zegona busque un acercamiento a MásMóvil

El presidente de Zegona, Eamonn O’Hare, ya dio en marzo pasado un toque de atención dirigido al presidente de Euskaltel, Alberto García Erauzkin, y al consejero delegado, Francisco Arteche. Dijo estar “decepcionado por el descenso en el precio de las acciones”. “Si bien seguimos creyendo que hay oportunidades para generar un significativo valor adicional de nuestra inversión en Euskaltel, creemos que se podría avanzar más”, dijo O’Hare.

Ese descontento vuelve a hacerse notar ahora cuando Zegona lanza su opa. Exige que el nuevo rumbo de la compañía pase por “conseguir ahorros de costes de unos 40 millones al año”, aumentar la red de hogares contratados en 200.000 nuevos clientes en las regiones donde opera y afrontar una ambiciosa estrategia de expansión en otras comunidades españolas. Euskaltel recalca que el consejero que representa a Zegona en el consejo, Robert Samuelson, aprobó el actual plan estratégico y el plan de negocio y de gestión de la compañía.

Zegona tiene un miembro en el consejo y, si su oferta concluye con éxito, aspira a sumar dos nuevos representantes sobre un total de 12. Necesitaría aliados de otros accionistas para tratar de cambiar el rumbo de la operadora. Fuentes conocedoras del proceso indican que entre las prioridades del fondo no figura un recambio en los puestos de dirección, por más que en la última nota informativa que Zegona difundió citaba que ya ha entablado “conversaciones” con José Miguel García, antiguo primer ejecutivo de Jazztel, una maniobra que no ha sentado nada bien en el seno de la firma vasca.

Euskaltel tiene consolidado su negocio en Euskadi, Asturias y Galicia, acaba de abrirse a Navarra con una inversión de 10 millones y prevé otro tanto para extender su influencia en zonas limítrofes como León, Cantabria y La Rioja en un horizonte de cinco años. De ese modo ofrecería sus servicios a un mercado de 7,6 millones de habitantes. Zegona considera que en esa apuesta encaja “la experiencia de 20 años en el lanzamiento de empresas de telecomunicaciones exitosas” que ha demostrado Virgin. El uso de esta marca es la palanca que ponen a disposición de Euskaltel. “Hay potencial para crear un negocio más fuerte y consolidar una plataforma de crecimiento, impulsando mejoras en la eficiencia, potenciando el aumento de los ingresos en las regiones existentes y acelerando la expansión en otras”, aseguran fuentes conocedoras del proceso. En el sector tampoco descartan que Zegona intente explorar un acercamiento a MásMóvil.

Fuente: El País